El Liceo Nocturno Lazo Marti y la Amistad Brillante
En un tranquilo barrio de Buenos Aires, se encontraba el Liceo Nocturno Lazo Marti, un lugar donde jóvenes y adultos se reunían después del trabajo para aprender y crecer juntos. La directora, Marjhosa, era conocida por su dedicación y cariño hacia sus alumnos. Siempre sonriendo, fomentaba un ambiente cálido y acogedor.
Sin embargo, en el equipo de trabajo había una maestra llamada María, que a pesar de su buen corazón, tenía una actitud un poco celosa respecto a sus compañeras. María pensaba que sus colegas siempre buscaban ganarse la atención de Marjhosa.
Una noche, mientras se preparaban para una reunión, María observó a su colega, la profesora Laura, charlando amigablemente con Marjhosa.
"¿Por qué siempre se ríen tanto? ¿Acaso no pueden hacer su trabajo sin hacer chistes?" - pensó María, con una mueca en su rostro.
Marjhosa, notando la tensión en el ambiente, decidió que era hora de hacer algo.
"¡Chicos, voy a organizar una noche especial de talentos para todos! Queremos ver lo que cada uno puede hacer y trabajar juntos, ¡será divertido!" - anunció Marjhosa con entusiasmo.
María, en lugar de emocionarse, se preocupó.
"Pero, ¿y si Laura se luce más que yo? Siempre parece tener un talento para todo" - murmuró para sí misma, cruzando los brazos.
El día de la actividad llegó. Cada profesor debía mostrar un talento especial, y María estaba decidida a ser la estrella de la noche. Estudió todo el día su actuación, pero en el fondo, no podía dejar de mirar con desconfianza a Laura.
Cuando llegó el momento de las presentaciones, el ambiente estaba cargado de energía. Laura comenzó a cantar una hermosa canción, y la sala escuchaba con atención, elogiándola al final de su presentación.
María sintió una punzada de celos, pero decidió que tenía que dar lo mejor de sí. Subió al escenario y empezó a contar un chiste, pero sus nervios la traicionaron y terminó tropezando. Todos rieron, y en lugar de sentirse avergonzada, María sonrió junto a ellos.
"¡Espero que así sea como se comienzan los chistes!" - exclamó, ganándose aún más la risa y el aplauso del público. Fue en ese momento que se dio cuenta de algo importante:
"No se trata de ser la mejor, sino de compartir y disfrutar juntos" - pensó.
A medida que la noche avanzaba, María empezó a aplaudir no solo a Laura, sino también a todos sus colegas. Se dio cuenta de que la risa y el apoyo eran más importantes que la competencia. Al final de la noche, Marjhosa se acercó a María.
"Estoy muy orgullosa de ti, María. Lo que importa es el amor y la unidad que tenemos en este liceo" - le dijo.
"Gracias, Marjhosa. Aprendí que cada uno brilla a su manera y que juntos hacemos algo maravilloso" - respondió María, sintiéndose ligera y feliz.
Desde aquella noche, María dejó de lado los celos y comenzó a fortalecer sus amistades en el Liceo Nocturno Lazo Marti. Con cada risa compartida y cada logro de sus compañeras, su corazón se llenó de alegría. Todos juntos formaron una familia en el liceo, donde el amor y la amistad reinaban sobre cualquier celosía. Y así, el Liceo Nocturno Lazo Marti siguió siendo un lugar de aprendizaje y compañerismo, donde cada uno descubría que la amistad es el verdadero lo que brilla.
FIN.