El Líder de la Selva



Había una vez un perro muy especial llamado Verde. Era verde como la hierba y tenía unos ojos grandes y brillantes de color amarillo.

A pesar de su aspecto diferente, era un perro muy simpático y cariñoso que se llevaba bien con todos los animales del bosque. Un día, mientras caminaba por el bosque, Perro Verde encontró un elefante enorme que estaba atrapado entre unas ramas. El elefante estaba asustado y no podía moverse.

Perro Verde se acercó a él y le preguntó qué había pasado. "Me quedé atrapado aquí mientras buscaba comida", dijo el elefante con tristeza. Perro Verde decidió ayudarlo a salir de allí.

Con mucho esfuerzo logró liberarlo de las ramas enredadas alrededor de sus patas gigantes. "Muchas gracias, Perro Verde", exclamó el elefante agradecido. "No hay problema", respondió Perro Verde contento de haber ayudado.

El elefante le ofreció algo para comer como muestra de gratitud, pero Perro Verde ya había comido antes así que declinó la oferta. Sin embargo, el olor a comida tentadora lo hizo salivar más tarde en la noche cuando llegó a casa.

Al día siguiente, Perro Verde volvió al lugar donde había encontrado al elefante para ver cómo estaba todo. Pero para su sorpresa encontró al mismo animal muerto en el suelo junto a unas frutas enormes que parecían estar intactas.

Perplejo ante lo ocurrido decidió investigar qué fue lo que pasó realmente con ayuda del zorro sabio del bosque quien le explicó que el elefante murió de hambre porque no podía alcanzar las frutas del árbol.

"¿Y por qué no se comió las frutas que estaban en el suelo?" preguntó Perro Verde. "Porque los elefantes son animales muy grandes y necesitan mucha comida para sobrevivir", respondió el zorro sabio. "Esas frutas eran demasiado pocas para él". Perro Verde se sintió triste al escuchar esto, pero decidió hacer algo al respecto.

Recordando la promesa que le había hecho a su amigo elefante, decidió comerse una de las frutas gigantes todos los días para honrarlo y asegurarse de que nadie más sufriera lo mismo.

Con mucho esfuerzo, logró llevar una de las frutas a casa y comenzó a comérsela poco a poco. Al principio fue difícil porque era tan grande como él mismo, pero con perseverancia logró terminarla en unos días.

Al ver lo feliz que estaba Perro Verde con su nueva tarea, otros animales del bosque decidieron unirse a él en su causa.

Así comenzaron a recolectar juntos todas las frutas grandes del bosque para compartirlas entre ellos mismos y también con otros animales más grandes como los elefantes. Poco a poco la vida en el bosque cambió gracias al esfuerzo conjunto de sus habitantes liderados por Perro Verde quien demostró valentía y solidaridad sin importar su aspecto fuera de lo común.

Desde entonces, cada vez que alguien tenía hambre o luchaba contra alguna adversidad en el bosque, recordaban la historia del perro verde que se comió un elefante y se sentían inspirados para hacer lo correcto.

FIN.

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