El liderazgo de la hoja
Había una vez una mamá llamada Xime que vivía en un bosque encantado rodeada de árboles altos y frondosos. Un día, mientras caminaba por el bosque, vio una hoja pequeña y temblorosa en el suelo.
- ¡Hola! ¿Estás bien? -preguntó Xime con ternura. La hojita levantó tímidamente la cabeza y respondió con voz débil:- Sí, estoy bien. Solo tengo un poco de frío.
Xime se dio cuenta de que la hojita necesitaba ayuda para sobrevivir el invierno que se acercaba. Decidió llevarla a su hogar para cuidarla hasta que estuviera fuerte otra vez. Durante los días siguientes, Xime atendió a la hojita con esmero. La alimentó, le dio agua y calor para ayudarla a crecer fuerte.
La hojita comenzó a sentirse mejor y más segura gracias al amoroso cuidado de Xime.
Un día, cuando la hojita estaba lista para volver al bosque, le preguntó a Xime:- ¿Cómo puedo agradecerte todo lo que has hecho por mí? Xime sonrió dulcemente y le respondió:- No tienes que hacer nada más que ser feliz y disfrutar del hermoso mundo que te rodea. Siempre estaré aquí para ti si necesitas ayuda o compañía.
La hojita se despidió de Xime con gratitud en su corazón y regresó al bosque transformada por el amor recibido. Pero esta no era la última vez que Xime vería a su amiga Zoe (así decidió llamar a la hojita).
Un día, mientras caminaba por el bosque, Xime se encontró con Zoe de nuevo. Pero esta vez, Zoe no estaba sola. Había muchas hojas nuevas y felices a su alrededor. - ¡Mamá Xime! -exclamó Zoe-.
Mira todo lo que he logrado gracias a ti. Ahora soy fuerte y puedo ayudar a otros como tú me ayudaste.
Xime sonrió orgullosa y feliz al ver cómo Zoe había crecido y se había convertido en una líder para las otras hojas del bosque encantado. Desde entonces, Xime visitaba regularmente el bosque para ver a su amiga Zoe y compartir sus aventuras juntas.
Y así fue como dos seres tan diferentes (una mamá humana y una pequeña hoja) pudieron enseñarse mutuamente sobre el amor, la amistad y la importancia de cuidarnos unos a otros.
FIN.