El lienzo mágico de Lucas


Había una vez en un aula llena de colores y alegría. En la pizarra había un mapa del mundo que despertaba la curiosidad de los niños.

Cada uno se sentaba en su mesa, con lápices y lapiceros listos para aprender. Pero había alguien especial en ese salón, se llamaba Lucas y era el niño más creativo de todos.

Un día, mientras todos escuchaban atentos al maestro, Lucas no podía dejar de mirar la computadora en la esquina del salón. Se le ocurrió una idea brillante: ¿y si utilizaba esa computadora para hacer un dibujo increíble? Sin pensarlo dos veces, se levantó sigilosamente y se acercó a ella.

- ¡Lucas! - exclamó el maestro sorprendido - ¿Qué estás haciendo? - Perdón profesor, solo quería hacer un dibujo diferente - dijo Lucas apenado. El maestro sonrió y le dio permiso para usarla después de la clase. Lucas estaba emocionado y rápidamente comenzó a buscar programas de diseño.

Con cuidado seleccionó los colores más vivos y las formas más divertidas. Cuando terminó su obra maestra digital, corrió hacia el papel para imprimirlo.

Pero oh no, ¡se había quedado sin tinta! Desesperado buscó crayolas por todo el aula hasta encontrar una roja abandonada en el fondo del cajón. Con lápiz en mano y crayola roja en la otra, Lucas comenzó a trazar líneas imaginarias sobre su dibujo impreso.

Poco a poco, las líneas cobraron vida convirtiéndose en un hermoso paisaje lleno de árboles, ríos y montañas. El reloj marcaba el final de la clase cuando Lucas terminó su obra maestra. Todos los niños se acercaron asombrados por el increíble dibujo que había creado.

El aula se llenó de risas y aplausos mientras Lucas sonreía orgulloso. - ¡Eres un verdadero artista, Lucas! - exclamó el maestro emocionado - Nunca había visto algo tan maravilloso.

Desde ese día, el aula se convirtió en un lugar donde la creatividad era valorada y fomentada. Los niños comenzaron a usar crayolas, lápices y lapiceros para crear sus propios dibujos inspiradores.

Lucas se convirtió en un referente para todos, demostrando que con imaginación y esfuerzo, cualquier obstáculo puede ser superado. Y así fue como aquel pequeño aula se transformó en un mundo mágico donde cada niño podía expresar su arte y aprender al mismo tiempo. Fin

Dirección del Cuentito copiada!