El lobo bondadoso en la granja de Martín
Había una vez en una granja en medio del campo, donde vivían muchos animales felices. Había vacas que daban leche fresca, gallinas que ponían huevos todos los días y ovejas que brincaban por los prados verdes.
Pero un día, algo inesperado sucedió: un lobo bueno llegó a la granja. El lobo bueno se llamaba Lucas y era diferente a los demás lobos.
En lugar de querer comerse a los animales de la granja, él solo buscaba amigos con quienes jugar y divertirse. Al principio, los animales tenían miedo de Lucas, pero pronto descubrieron lo amable y cariñoso que era. Un día, mientras paseaba por el bosque cercano a la granja, Lucas escuchó unos sollozos.
Siguiendo el sonido, encontró a Martín, un niño triste que se había perdido en el bosque. Sin dudarlo, Lucas se acercó a Martín y le ofreció ayuda. "¿Estás perdido?" -preguntó Lucas con voz suave.
"Sí, no encuentro el camino de regreso a mi casa", respondió Martín entre sollozos. Lucas decidió acompañar a Martín de vuelta a la granja para asegurarse de que estuviera seguro.
En el camino, le contó historias divertidas y cantaron canciones juntos para animar el corazón del niño asustado. Al llegar a la granja, todos los animales recibieron calurosamente a Martín y lo ayudaron a comunicarse con sus padres para avisarles que estaba sano y salvo.
Los padres de Martín llegaron rápidamente y abrazaron emocionados al pequeño. "¡Gracias por traer de vuelta a nuestro hijo!" -dijeron entre lágrimas los padres de Martín. "No hay problema", respondió Lucas con una sonrisa amigable.
Desde ese día, Lucas se convirtió en el guardián protector de la granja y en el amigo inseparable de Martín. Juntos vivieron muchas aventuras emocionantes explorando el bosque y cuidando juntos de todos los animales de la granja.
Y así demostraron que incluso un lobo puede ser bueno si tiene un corazón amoroso y compasivo. Y que la verdadera amistad puede surgir en los lugares más inesperados. ¡La magia estaba presente en cada rincón!
FIN.