El lobo bueno y su amigo fiel



En lo más profundo del bosque vivía un lobo llamado Lucas. A diferencia de los demás lobos, a Lucas no le gustaba cazar ni ser feroz.

Él prefería pasar sus días cuidando a las gallinas del corral, jugando con los conejos y ayudando a los animalitos del bosque en todo lo que podía.

Un día, el mono travieso, el león celoso, la vaca mentirosa, la oveja loca y el pato arisco al agua decidieron hacerle una mala jugarreta a Lucas. El mono esparció rumores de que Lucas era un lobo feroz que quería atacar a todos los animales del bosque.

Los demás animales, asustados por lo que habían escuchado, comenzaron a evitar a Lucas y a mirarlo con recelo. Lucas se sintió muy triste al darse cuenta de que todos le tenían miedo sin siquiera darle la oportunidad de demostrar quién era en realidad.

Fue entonces cuando su amigo el cerdito, llamado Pancho, decidió tenderle una mano. - ¡Lucas! No debes preocuparte por lo que digan los demás. Todos sabemos quién eres realmente -dijo Pancho con determinación.

- Pero Pancho, ¿cómo puedo hacerles entender que soy bueno y solo quiero ayudar? -preguntó Lucas con tristeza en sus ojos. - Vamos a idear un plan para mostrarles tu verdadera naturaleza. Harán falta astucia y valentía, pero juntos podemos lograrlo -respondió Pancho con una sonrisa reconfortante.

Así fue como Pancho y Lucas comenzaron su misión para cambiar la percepción de los demás animales sobre el lobo bueno. Primero hablaron con las gallinas del corral, quienes conocían la bondad de Lucas y estaban dispuestas a apoyarlo en su empresa.

Luego, organizaron una reunión con todos los animales del bosque en la clara central donde solían congregarse. Con mucha valentía, Lucas se paró frente a ellos y les habló desde el corazón. - Amigos del bosque, sé que han escuchado cosas terribles sobre mí.

Pero les aseguro que soy un lobo bueno que ama este lugar tanto como ustedes. Mi objetivo siempre ha sido protegerlos y ayudarlos en todo lo posible -expresó Lucas con sinceridad.

Los otros animales comenzaron a murmurar entre ellos ante estas palabras inesperadas.

La vaca mentirosa bajó la cabeza avergonzada por haber difundido rumores falsos sobre Lucas; la oveja loca se dio cuenta de su error al juzgarlo sin conocerlo; el pato arisco al agua sintió remordimiento por haber contribuido al malentendido; incluso el mono travieso y el león celoso se sintieron tocados por las palabras honestas de Lucas.

Fue entonces cuando Pancho tomó la palabra para respaldar a su amigo:- Todos merecemos una segunda oportunidad para demostrar quiénes somos realmente. Démosle esa oportunidad a nuestro amigo Lucas y descubriremos lo maravilloso que puede ser tenerlo como parte de nuestra comunidad.

Poco a poco, los demás animales empezaron a comprender que habían juzgado precipitadamente al lobo bueno sin darle una oportunidad real. Se disculparon con él por haber creído en chismes infundados y aceptaron darle otra chance para demostrar su bondad.

Desde ese día en adelante, Lucas siguió siendo el protector amable y solidario de todos los habitantes del bosque gracias al apoyo incondicional de su fiel amigo Pancho y la lección aprendida por parte de los demás animales: nunca juzgar antes de conocer verdaderamente a alguien.

FIN.

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