El lobo de Villa Mordisca



Había una vez en el bosque encantado de Villa Mordisca, un grupo de animales muy peculiares. Había un conejo llamado Pancho, una ardilla llamada Susi, un zorro llamado Lolo y un búho llamado Tito.

Todos eran muy buenos amigos y les encantaba jugar juntos. Un día, mientras jugaban a las escondidas, Pancho se escondió detrás de unos arbustos y vio a un lobo solitario que se acercaba al bosque. El lobo parecía hambriento y con malas intenciones.

Pancho sintió miedo y decidió regresar corriendo con sus amigos para avisarles. "¡Chicos, chicos! ¡Vi a un lobo cerca del bosque! ¡Debemos tener cuidado!", exclamó Pancho preocupado. "Tranquilo Pancho, no hay por qué asustarse", dijo Tito sabiamente.

"Recuerda lo que siempre decimos: "No se muerde al amigo"". Los animales asintieron con la cabeza y decidieron idear un plan para protegerse del lobo sin recurrir a la violencia. "¡Ya sé!" -exclamó Susi emocionada-.

"Podemos construir barricadas con ramas y piedras para mantener al lobo alejado". Así que todos los animales trabajaron juntos para construir las barricadas alrededor del bosque.

Mientras tanto, el lobo acechaba desde lejos, planeando cómo entrar al bosque y atrapar a los indefensos animales. Al caer la noche, el lobo decidió atacar. Se abalanzó sobre las barricadas con ferocidad, pero los amigos estaban listos para defenderse. "¡Alto ahí!", gritó Lolo valientemente.

"No queremos hacerte daño, pero tampoco permitiremos que lastimes a nuestros amigos". El lobo se detuvo sorprendido por la valentía de los pequeños animales frente a él.

Comenzó a reflexionar sobre sus acciones y recordó cuando él también tenía amigos en el pasado antes de volverse tan malvado. "Lo siento", murmuró el lobo avergonzado. "Estaba hambriento y desesperado, pero eso no justifica intentar lastimarlos". Los animales lo miraron con compasión y decidieron darle una oportunidad al lobo para cambiar su actitud.

Desde ese día en adelante, el lobo se convirtió en parte del grupo de amigos en el bosque encantado de Villa Mordisca. Aprendió el verdadero valor de la amistad y juntos vivieron muchas aventuras sin necesidad de recurrir a la violencia.

Y así fue como Pancho, Susi, Lolo, Tito ¡y hasta el antiguo temible lobo! demostraron que siempre es mejor resolver los problemas sin morder al amigo.

FIN.

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