El lobo en La Floresta


Había una vez un hermoso bosque llamado "La Floresta", donde vivían diferentes animales en armonía. Entre ellos, se encontraban los conejitos, los pajaritos y los ositos.

Un día, mientras todos jugaban y se divertían bajo el sol, escucharon un ruido extraño proveniente del otro lado del bosque. Todos se miraron con curiosidad y decidieron ir a investigar qué sucedía.

Cuando llegaron al lugar de donde provenía el ruido, descubrieron que era un lobo solitario que había perdido su camino. El lobo parecía triste y asustado, pero ninguno de los animales quería acercarse a él por temor a ser lastimados. El conejito más valiente del grupo decidió dar un paso adelante y hablar con el lobo.

Se acercó lentamente y le dijo: "Hola señor Lobo, ¿estás perdido? Podemos ayudarte a encontrar tu camino de regreso".

El lobo levantó la mirada sorprendido por la amabilidad del conejito y respondió: "Sí, me he perdido en este bosque desconocido para mí. Me siento solo y no sé cómo volver a casa". Los demás animales escucharon la conversación entre el conejito y el lobo, y poco a poco comenzaron a sentir empatía por él.

Entendieron que no todos los lobos eran malos como se creía comúnmente. El osito más fuerte sugirió: "Podríamos acompañarte hasta llegar al límite del bosque para que puedas encontrar tu hogar". Todos estuvieron de acuerdo con la idea e iniciaron una travesía juntos.

Durante el camino, los animales comenzaron a conocer al lobo. Descubrieron que no era tan feroz como se pensaba y que solo estaba perdido. El lobo también aprendió sobre la amistad y la importancia de cuidar de los demás.

Poco a poco, el bosque fue quedando atrás y finalmente llegaron al límite. El lobo miró agradecido a todos los animales y les dijo: "Gracias por su ayuda y compañía.

He aprendido mucho de ustedes y nunca olvidaré esta experiencia". Los animales se despidieron del lobo con cariño y regresaron al bosque. A partir de ese día, el bosque La Floresta se convirtió en un lugar donde todos eran bienvenidos sin importar su apariencia o reputación.

El conejito valiente, el osito fuerte y todos los demás animales enseñaron a los demás la importancia de ser amables, comprensivos y solidarios con aquellos que necesitan ayuda.

Y así, en ese hermoso bosque donde apareció un lobo perdido, se formó una gran familia en la que reinaba la amistad y la armonía para siempre.

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