El lobo feroz de pueblo de Coripata
En el tranquilo pueblo de Coripata, corría el rumor de que un lobo feroz acechaba a las personas que se aventuraban en el bosque. Los habitantes, asustados, decidieron convocar a una reunión para buscar una solución al problema.
En la asamblea, el sabio anciano Don José propuso buscar al legendario oso Valiente, quien según las historias era el único que podía enfrentar al temido lobo.
Los más jóvenes, con un brillo de curiosidad en los ojos, se ofrecieron como voluntarios para adentrarse en el bosque en busca del oso Valiente. Luego de una larga travesía, finalmente encontraron al oso Valiente, un imponente animal con un pelaje dorado y una mirada valiente. "Oso Valiente, necesitamos tu ayuda.
En nuestro pueblo, un lobo feroz está aterrorizando a todos. ¿Nos ayudarías a enfrentarlo?", le preguntaron los valientes jóvenes. El oso, con calma y firmeza, asintió con la cabeza y aceptó ayudar al pueblo de Coripata.
Juntos, planificaron una estrategia para enfrentar al lobo feroz. Durante días, el oso Valiente entrenó a los jóvenes en técnicas de defensa y valentía. Finalmente, llegó el momento de la confrontación.
En una clara mañana, el lobo feroz apareció en las afueras del bosque, mostrando sus afilados dientes y emitiendo aterradores aullidos. Pero esta vez, el pueblo de Coripata estaba preparado.
Con valentía y astucia, lograron acorralar al lobo feroz y, en un acto de compasión, el oso Valiente le habló al lobo, haciéndole ver que no era el miedo lo que lo hacía feroz, sino la soledad y la incomunicación. Conmovido por las palabras del oso, el lobo feroz bajó la guardia y, finalmente, se integró a la comunidad, encontrando amigos y un lugar donde ser aceptado.
Desde ese día, el lobo feroz de Coripata se convirtió en un amigable guardián del bosque, velando por la seguridad de todos los habitantes. La valentía y la compasión habían transformado al temido lobo en un ser amable y protector.
FIN.