El Lobo Genial y la Princesa Mala



En un bosque mágico lleno de criaturas especiales, había un lobo llamado Lolo. A diferencia de otros lobos, Lolo no disfrutaba asustar a los demás animales. En cambio, pasaba sus días soñando con aventuras y querer ser un héroe.

Un día, mientras paseaba, Lolo se encontró con su amiga la bruja Greta. Greta era conocida por su sabiduría y su risa contagiosa.

- ¡Hola, Lolo! -dijo Greta al verlo- ¿Qué te preocupa? Pareces pensativo.

- ¡Hola, Greta! -respondió Lolo- Estoy cansado de ser el lobo malo. Quiero ser un héroe y salvar a mis amigos.

- ¿Y quién necesita ser salvado? -preguntó Greta con curiosidad.

- El ogro Ramón. La princesa mala lo tiene atrapado en su castillo. ¡He oído que hasta quiere usar su magia para hacer desastres en todo el bosque!

- ¡Eso no puede ser! -exclamó Greta- ¡Vamos a ayudar a Ramón!

Lolo y Greta se pusieron en marcha, adentrándose en el oscuro camino hacia el castillo de la princesa. Mientras caminaban, Lolo pensaba en su plan.

- Greta, tengo un soplido muy fuerte. Si me acerco al castillo, podría soplar tan fuerte que haría volar las malas intenciones de la princesa -comentó Lolo.

- Esa es una idea brillante, Lolo. Pero necesitamos ser astutos para entrar -respondió Greta.

Cuando llegaron al castillo, se escondieron tras los arbustos. Allí vieron a la princesa mala luciendo un vestido oscuro, observando a Ramón encerrado en una gran jaula.

- ¡Miren qué malvada se ve! -susurró Lolo- Debemos ser rápidos.

Justo cuando estaban por hacer un plan, escucharon una risa macabra.

- ¡Je, je, je! -se rió la princesa- Nadie puede detener mis planes. ¡El ogro nunca será libre!

Lolo, sintiendo que la frustración crecía dentro de él, tomó aire y se dirigió a Greta.

- ¡Es hora de actuar! -anunció.

- ¡Sí! -asintió Greta, emocionada. Juntos, se acercaron al castillo, y el lobo comenzó a concentrar su energía.

De repente, ante la mirada asombrada de la princesa, Lolo dejó escapar su poderoso soplido, que atravesó el castillo como un huracán.

- ¿Qué está pasando? -gritó la princesa, mientras sus objetos mágicos volaban por los aires.

Lolo dejó escapar una segunda ráfaga, que hizo temblar las paredes del castillo y, al mismo tiempo, abrió con un chasquido la jaula de Ramón.

- ¡Rápido, Ramón! ¡Escapa! -gritó Greta.

El ogro, sorprendido, siguió sus instrucciones y corrió hacia la salida.

- ¡No se escapen! -vociferó la princesa, furiosa.

Lolo y Greta estaban listos para retirarse, pero en ese momento vieron que la princesa, en su enojo, había dejado caer su varita mágica, la única herramienta que tenía para ejercer su maldad.

- ¡Esperen! -gritó Ramón, mirando la varita -Podemos ayudarla. Quizás no sea tan mala si le damos una oportunidad.

- ¿Estás seguro, Ramón? -preguntó Lolo, sorprendido.

- Sí, a veces sólo necesitan ser escuchados. Tal vez se siente sola -miró a la princesa que ahora estaba sentada en el suelo llorando.

Greta asintió y se acercó a la princesa.

- ¿Por qué eres tan mala? -le preguntó la bruja. La princesa, entre sollozos, confesó:

- Estoy sola. Siempre quise que me quisieran, pero nadie quiere acercarse a mí por miedo.

Lolo, tocado por su historia, se acercó.

- Cada uno tiene derecho a cambiar. Si te damos una oportunidad, tú también puedes ser buena. Todos podemos hacerlo juntos.

La princesa, aún triste, levantó la vista al escuchar esas palabras. Fue entonces que decidió intentar ser diferente.

- Está bien, lo intentaré -dijo con voz temblorosa, recogiendo su varita.

De repente, el ambiente del castillo comenzó a cambiar. La maldad se desvanecía y un aura de bondad llenó el lugar. Lolo, Greta, Ramón y la princesa formaron un nuevo grupo de amigos.

- ¡Vaya aventura! -exclamô Lolo- Una amistad puede surgir en los lugares más inesperados.

Desde ese día, Lolo no solo fue conocido como el lobo genio, sino también como el héroe que mostró a una princesa mala el poder del cambio y la amistad. Juntos, ayudaron a que el bosque mágico brillara con su risa y alegría.

Y así, entre risas y aventuras, el lobo, la bruja, el ogro y la ahora amiga princesa vivieron felices en el bosque mágico, enseñando a todos que la bondad siempre puede más que la maldad.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!