El lobo y el conejo
Había una vez, en un bosque encantado, un lobo llamado Lucas. Lucas era un lobo bondadoso y amigable que vivía en paz con todos los animales del bosque.
Un día, mientras paseaba por el bosque, se encontró con un pequeño conejo llamado Ramiro. Ramiro era tímido y asustadizo, pero Lucas vio más allá de su apariencia y decidió acercarse. -Hola, ¿cómo te llamas? -preguntó Lucas con una sonrisa.
-Soy Ramiro, pero no deberías acercarte a mí, soy solo un conejo asustadizo -respondió Ramiro con tristeza. Lucas notó la tristeza en los ojos de Ramiro y decidió ayudarlo. -No te preocupes, Ramiro, yo no te haré daño. ¿Por qué estás tan triste? -preguntó Lucas con ternura.
Ramiro le contó a Lucas que siempre se sentía inseguro y tenía miedo de todo en el bosque. Lucas decidió que quería ayudar a Ramiro a superar sus miedos. Juntos pasaron días recorriendo el bosque, con Lucas enseñándole a Ramiro cómo enfrentar sus temores.
Ramiro comenzó a sentirse más valiente y seguro de sí mismo gracias a la compañía del amable lobo. Un día, mientras caminaban, se encontraron con un zorro astuto que intentaba engañar a Ramiro para robarle sus zanahorias. -¡Cuidado, Ramiro! -gritó Lucas.
-No te preocupes, lobo, no caeré en sus trampas -respondió valientemente Ramiro. Gracias a la valentía que había adquirido, Ramiro logró ahuyentar al zorro. Lucas lo miró con orgullo y alegría.
Desde ese día, Ramiro nunca más volvió a sentir miedo en el bosque, sabiendo que siempre contaría con su amigo Lucas para protegerlo. Y así, el lobo y el conejo se convirtieron en los mejores amigos, demostrando que la amistad puede vencer cualquier miedo.
El bosque nunca volvió a ser el mismo, ya que la valentía y la amistad de Lucas y Ramiro inspiraron a todos los animales del bosque a ser más valientes y compasivos.
FIN.