El Lobo y la Bruja del Bosque



En un frondoso bosque, donde los árboles acariciaban el cielo y los ríos cantaban al correr, vivía un lobo llamado Lupi. Era un lobo amable y generoso, conocido por ayudar a los animales del bosque. Sin embargo, junto a su casa, había una bruja malvada llamada Gritona. Gritona era conocida por lanzar hechizos y provocar alboroto, haciendo que los animales del bosque temieran cruzar su camino.

Un día, mientras Lupi recolectaba bayas para hacer un rico pastel, escuchó un grito estruendoso.

"¡Ayuda! ¡Auxilio!" - clamaba una pequeña ardilla que había quedado atrapada en un árbol caído.

Lupi, corriendo rápido, fue a ayudarla.

"No te preocupes, pequeña, yo te sacaré de ahí" - dijo Lupi, moviendo su cola con determinación. Con mucho esfuerzo, logró liberar a la ardilla, quien le agradeció con una gran sonrisa.

"¡Gracias, Lupi! Eres el mejor!"

Pero cuando Gritona lo vio, se enfureció enormemente.

"¡Esa ardilla no merece tu ayuda, lobo tonto!" - gritó desde su ventana. "¡Voy a castigar a todos en este bosque!"

Lupi decidió que debía hacer algo. La bruja era demasiado temida y cruel, pero él sabía que no podía dejar que su miedo se apoderara del bosque.

Entonces, tuvo una idea. Reunió a todos los animales del bosque. Les propuso un plan para intentar cambiar a Gritona.

"Si todos nos unimos, quizás podamos hacerla sentir querida y que deje de ser malvada" - dijo Lupi. Todos los animales asintieron, aunque todavía tenían miedo de la bruja.

"No podemos dejarla ganar" - replicó un valiente ciervo.

Con coraje, los animales decidieron hacer una gran fiesta para Gritona. Reunieron frutas, flores y prepararon una enorme tarta.

El gran día llegó y, con nerviosismo, Lupi fue a la casa de Gritona.

"¡Gritona!" - gritó. "Te invitamos a una fiesta. Queremos conocerte y hacer las paces contigo".

Gritona se asomó, sorprendida por la falta de miedo en los animales.

"¿A mí? Ja, ¿por qué iba a querer ir?" - replicó, aunque sus ojos mostraban curiosidad.

"Porque creemos que puedes ser nuestra amiga. Todos merecemos una oportunidad" - respondió Lupi.

Un poco dudosa, Gritona decidió ir. Cuando llegó, se quedó atónita al ver a todos los animales esperándola con sonrisas. Habían adornado el lugar con ramas y flores.

"¿Esto es para mí?" - preguntó la bruja, algo confundida.

"Sí, Gritona. Queremos que sepas que estás invitada a ser parte de nuestra comunidad" - respondió una valiente pequeña liebre.

La bruja, que había pasado tanto tiempo sola, empezó a sentir algo cálido en su corazón. Al probar la deliciosa tarta, una sonrisa y risas comenzaron a brotar de ella.

"Quizás no soy tan mala después de todo" - pensó Gritona.

Con el tiempo, Gritona y los animales empezaron a acercarse. Gritona les enseñó trucos mágicos inofensivos y los animales le mostraron lo bonito que era compartir y cuidar unos de otros.

Lupi y Gritona incluso se volvieron amigos, y el bosque se llenó de música y alegría.

Desde aquel día, la bruja ya no era conocida como Gritona, sino como Gri-Guía, la amiga mágica del bosque. Y así es como el lobo y la bruja demostraron que, con un poco de comprensión y amor, hasta los corazones más duros pueden cambiar.

El bosque se convirtió en un lugar lleno de risas, amistades y mucho color, porque el amor y la amistad son más poderosos que cualquier hechizo malvado.

FIN.

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