El Lobo y los Tres Cerditos



Había una vez en un lejano lugar, un lobo muy trabajador pero ermitaño que vivía en una montaña. Su nombre era Lobo Lucas y, a pesar de su apariencia feroz, tenía un corazón lleno de gentileza.

Todas las mañanas, Lobo Lucas paseaba por el bosque, observando cómo las criaturas huían de él.

"¡Corran, es el lobo!" - gritaba el pajarito Flori mientras volaba despavorido.

"¡Rápido, escondámonos en el arbusto!" - decía el conejito Tito, saltando hacia la seguridad.

Lobo Lucas suspiraba con tristeza. No entendía por qué todos tenían miedo de él. Aunque tenía dientes afilados y un aullido fuerte, no le gustaba hacer daño. De hecho, disfrutaba más de ayudar a su alrededor.

Un día, mientras exploraba cerca de un río, escuchó a unos cerditos llorando. Al acercarse, vio a tres cerditos, cada uno con su hogar: uno de paja, otro de madera, y el más fuerte, de ladrillos.

"¿Qué les pasa, pequeños?" - preguntó Lobo Lucas con su voz suave.

"¡Tuvimos un problema!" - dijo el cerdito Rosado "Un feroz lobo se está acercando y nos quiere comer."

"Pero yo soy un lobo y no quiero hacerles daño. ¿Puedo ayudarles de alguna manera?" - ofreció Lobo Lucas.

Los cerditos se miraron entre sí, dudando.

"Pero… ¿no nos vas a comer?" - preguntó el cerdito Amarillo, temblando de miedo.

"No, quiero ayudarlos. Déjenme ser su amigo. Estoy cansado de que todos huyan de mí. No soy como los demás lobos. Solo deseo hacer el bien" - respondió Lobo Lucas con sinceridad.

Movidos por la sinceridad del lobo, los cerditos decidieron darle una oportunidad.

"Está bien, Lobo Lucas, pero primero cuéntanos qué puedes hacer."

Lobo Lucas, emocionado, explicó cómo durante años había estado recolectando materiales y había construido un refugio seguro en la montaña. Podía ayudarles a reforzar sus casas para que pudieran estar a salvo.

"¡Eso suena genial!" - dijo el cerdito de Ladrillo. "¡Vamos a trabajar juntos!"

Los cerditos comenzaron a trabajar con Lobo Lucas, recogiendo paja, madera, y ladrillos del almacenamiento del lobo. Juntos, reforzaron el hogar de paja y el de madera, mientras Lobo Lucas les enseñaba cómo construir una cerca resistente de alrededor de todos los hogares.

"Ahora, si el lobo feroz viene, no podrán entrar. ¡Ustedes están seguros!" - dijo Lobo Lucas orgulloso.

El día pasó y, al caer la noche, todos estaban agotados pero felices. Habían creado un hogar más fuerte y, lo más importante, una amistad increíble.

Sin embargo, al día siguiente, el lobo feroz llegó. Era un lobo de los cuentos, con grandes garras y una mirada muy amenazante.

"¡Dame de comer, o me llevaré a estos cerditos!" - rugió el lobo feroz.

Los cerditos se asustaron, pero Lobo Lucas se interpuso entre ellos y el lobo feroz.

"¡Detente! No harás daño a estos cerditos" - dijo Lobo Lucas con firmeza.

"¿Y quién te crees tú para detenerme, lobo?" - preguntó el lobo feroz con desdén.

"Soy Lobo Lucas y estos cerditos son mis amigos. Siempre les he tratado con respeto. No tienes necesidad de ser malo; hay suficiente comida en el bosque para todos. ¿Por qué no te unes a nosotros y compartimos esto juntos?" - ofreció Lobo Lucas.

El lobo feroz se sorprendió por el gesto y, a pesar de sus instintos de querer asustar, sintió curiosidad.

"Quizás tengas razón. Estoy cansado de ser el malo de la historia..." - dijo el lobo feroz, bajando la mirada.

Lobo Lucas extendió su pata hacia el lobo feroz.

"Todos podemos ser amigos. Te mostraré cómo disfrutar de la vida sin hacer daño. Después de todo, el bosque es un lugar maravilloso y podríamos compartirlo juntos."

El lobo feroz dudó un momento, pero finalmente tomó la pata de Lobo Lucas. Desde aquel día, Lobo Lucas, los cerditos y el lobo feroz se convirtieron en un equipo. Juntos aprendieron a vivir en armonía y a compartir lo que tenían, demostrando que la amistad y el trabajo en equipo pueden superar el miedo y la soledad.

A partir de ese día, ya no hubo más gritos de miedo al ver a Lobo Lucas, sino risas y juegos entre todos los habitantes del bosque. Y así, Lobo Lucas nunca más se sintió solo.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

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