El Lorito Curioso

En un hermoso bosque vivía un lorito llamado Pedrito. Pedrito era muy curioso y le encantaba explorar su entorno. Un día, mientras volaba entre los árboles, escuchó una melodía muy hermosa.

Se acercó sigilosamente y vio a una ave cantando con una voz dulce. -Hola, soy Pedrito. ¿Cómo te llamas? -preguntó el lorito. -Hola, Pedrito. Soy Lola, la calandria. Me encanta cantar y alegrar el bosque con mi voz. -respondió la calandria.

Pedrito quedó maravillado por el canto de Lola y decidió aprender a cantar como ella. Todos los días, Pedrito practicaba incansablemente, pero por más que lo intentaba, no lograba cantar tan hermoso como la calandria. Un día, desanimado, Pedrito volvió a encontrarse con Lola.

-Lola, no puedo cantar como tú. ¿Por qué soy tan torpe? -se lamentó Pedrito. -No te preocupes, Pedrito. Cada ave tiene su propio talento. Tú tienes la capacidad de imitar sonidos y palabras. Eso es único y maravilloso. -consoló Lola.

Pedrito reflexionó sobre las palabras de Lola y decidió valorar su propio talento. Comenzó a imitar los sonidos del bosque, las risas de los niños, e incluso aprendió a decir algunas palabras.

Pronto, Pedrito se volvió famoso en el bosque por sus imitaciones y alegraba a todos con su peculiar talento. Desde ese día, Pedrito se sintió feliz y orgulloso de ser un lorito único. Y cada vez que Lola cantaba, Pedrito la acompañaba con sus divertidas imitaciones.

Juntos, alegraban el bosque con su canto y risas. Y así, Pedrito descubrió que ser diferente es lo que lo hacía especial.