El Lovo y el Pastor
Érase una vez en un hermoso valle de la Patagonia vivía un travieso lovo llamado Lucas, a quien le encantaba corretear por los campos y jugar con sus amigos.
Un día, Lucas se encontró con un amable pastor llamado Don Manuel, quien cuidaba un rebaño de ovejas. Al principio, Lucas y Don Manuel se miraron con curiosidad, pero pronto se hicieron amigos. -Hola, ¿cómo te llamas, amiguito? -preguntó Don Manuel, sonriendo.
-¡Soy Lucas, el lovo más veloz del valle! -respondió Lucas emocionado. Desde ese día, Lucas pasaba largas horas junto a Don Manuel, aprendiendo sobre la vida en el campo y las tareas de un pastor. Don Manuel, a su vez, disfrutaba de la compañía juguetona de Lucas.
Un día, una feroz tormenta azotó el valle, y algunas ovejas quedaron atrapadas en un barranco. Sin dudarlo, Lucas corrió a buscar ayuda, ladrando con todas sus fuerzas. Don Manuel siguió a Lucas y juntos lograron salvar a las ovejas.
El valle entero supo de la valentía de Lucas y de la amistad que lo unía al pastor. A partir de ese momento, Lucas se convirtió en el guardián y compañero fiel de Don Manuel, protegiendo el rebaño y compartiendo grandes aventuras.
La amistad entre el lovo y el pastor enseñó a todos que, a pesar de las diferencias, el respeto, la valentía y la solidaridad pueden unir a los seres más improbables en una hermosa amistad.
FIN.