El Lugar Feliz



Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Alegría, una escuela muy especial. La escuela se llamaba 'El Lugar Feliz' y era conocida por su ambiente alegre, colores brillantes y sonrisas en cada rincón. Todos los niños del pueblo soñaban con ser estudiantes allí.

Un día, llegó una nueva niña a la escuela, su nombre era Lila. Lila era un poco tímida y le costaba hacer amigos. Cuando entró al aula, se sintió abrumada por el bullicio de la clase.

"Hola, soy Lila" - dijo con voz suave.

"¡Hola, Lila! Soy Tomi, bienvenid@!" - respondió un niño de cabello rizado y una sonrisa contagiosa.

"¿Quieres jugar durante el recreo?" - añadió su amiga Ana, una niña con coletas que siempre estaba llena de energía.

Lila sonrió por primera vez. "¡Sí!" - exclamó con alegría. Desde ese día, comenzó a disfrutar de cada momento en la escuela, pero había algo que la inquietaba.

Un lunes por la mañana, la maestra Sofía anunció un concurso de talentos que se llevaría a cabo en la semana siguiente. Todos los alumnos estaban entusiasmados y comenzaron a planear sus presentaciones.

"Yo haré un truco de magia" - dijo Leo con confianza.

"Yo voy a cantar una canción" - comentó Ana, llenando el aula con su melodía.

Lila, al escuchar a sus compañeros, sintió que le faltaba algo. Nunca había hecho un show y no sabía qué hacer. Se sintió muy insegura.

Esa tarde, mientras paseaba por el parque, se encontró con un viejo árbol que parecía susurrarle palabras de aliento. Lila se sentó bajo el árbol, pensando en el concurso.

"¿Cómo puedo ser parte de esto?" - se preguntó en voz alta. En ese momento, una mariposa pasó volando cerca y se posó en su hombro.

"Quizás deberías hacer algo que te guste de verdad" - decía la mariposa en su mente. Lila cerró los ojos y recordó cuánto le gustaba dibujar. Esa sería su participación en el concurso: un dibujo en vivo.

Con las ideas claras, Lila comenzó a practicar. Sin embargo, cada vez que pensaba en presentarse frente a toda la escuela, su estómago se llenaba de mariposas.

Cuando llegó el día del concurso, Lila estaba muy nerviosa. Mientras sus compañeros se turnaban para mostrar sus talentos, ella se escondió en un rincón de la sala.

"Lila, ¡ven! Es tu turno!" - la llamó Tomi, con ojos brillantes.

Lila tragó saliva, recordó la mariposa, y decidió lanzarse.

"Voy… voy a mostrarles cómo dibujar un paisaje" - anunció a todos, con una voz temblorosa.

Al subirse al escenario, las manos de Lila temblaban, pero su corazón latía con fuerza de entusiasmo. Comenzó a dibujar, y a medida que el pueblo de Alegría cobraba vida en el papel, se olvidó de su miedo. Los niños estaban asombrados.

Cuando terminó, la sala estalló en aplausos.

"¡Eso fue increíble, Lila!" - gritó Ana, mientras Tomi le hacía gestos de emoción desde el público.

Lila sonrió de oreja a oreja. Había logrado superarse y encontrar su lugar en 'El Lugar Feliz'. Desde ese día, se unió a sus amigos en grandes aventuras y siempre participó en cada concurso, sabiendo que siempre podría contar con el apoyo de sus compañeros.

Así, 'El Lugar Feliz’ se convirtió no solo en su escuela, sino en su familia, y Lila aprendió que hacer lo que amas es la clave para encontrar la felicidad. Y desde entonces, siempre que sentía mariposas en el estómago, recordaba que era una señal para lanzarse a la aventura.

Y así, la escuela siguió siendo un lugar lleno de risas, amistad y descubrimientos, donde cada niño encontraba su propio talento bajo el sol alegre de Alegría.

FIN.

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