El lunar de Tomás
En un colegio muy especial, donde todos los niños eran amables y jugaban juntos en el recreo, llegó un día un niño nuevo llamado Tomás.
Tomás era diferente a los demás porque tenía un gran lunar en su mejilla que lo hacía destacar. Al principio, algunos niños se burlaron de él y le hicieron sentir mal por su lunar. "¡Mirá ese lunar feo que tiene!" decían algunos mientras otros reían.
Tomás se sintió triste y solo, sin saber qué hacer para ser aceptado. Un día, durante el almuerzo en el comedor del colegio, una niña llamada Sofía se acercó a Tomás.
Sofía era una niña dulce y amigable que siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás. Ella le preguntó a Tomás si quería sentarse con ella y sus amigos. "Hola, soy Sofía. ¿Querés venir a sentarte con nosotros?" -le dijo con una sonrisa cálida.
Tomás se sorprendió por la amabilidad de Sofía y asintió tímidamente. Se sentó junto a ella y sus amigos, quienes lo recibieron con alegría y curiosidad en lugar de burlas. Con el paso de los días, Sofía y Tomás se convirtieron en grandes amigos.
Sofía enseñó a Tomás juegos nuevos, lo incluyó en todas las actividades del colegio e hizo que se sintiera parte del grupo. Los demás niños también empezaron a ver lo especial que era Tomás más allá de su lunar.
Un día, durante el recreo, uno de los chicos que antes se había burlado de Tomás se acercó timidamente hacia él. "Tomás, lamento haberme portado mal contigo por tu lunar.
Me di cuenta de que eres genial como persona", dijo el chico arrepentido. Tomás sonrió y extendió su mano hacia él. "No te preocupes amigo, todos cometemos errores. Lo importante es aprender de ellos", respondió con amabilidad.
Desde ese día, todos los niños del colegio aceptaron a Tomás tal como era: único y especial con su lunar en la mejilla. Aprendieron que no importa cómo luzcamos por fuera; lo verdaderamente importante es cómo somos por dentro.
Y así fue como gracias a la amistad sincera de Sofía y la bondad del resto de los niños, Tomás encontró su lugar en el colegio donde finalmente fue aceptado y querido por todos.
FIN.