El maestro de las tachas
En un pintoresco barrio de Buenos Aires, vivía un hombre llamado Miguel, a quien todos los niños del vecindario conocían como 'el maestro de la tacha'.
Miguel no tenía superpoderes ni era un mago, pero era un maestro en el arte de arreglar las cosas. Desde bicicletas rotas hasta juguetes dañados, Miguel siempre encontraba la forma de arreglarlo todo con su caja de herramientas mágica.
- '¡Miren, chicos! ¡Aquí viene el maestro de las tachas!' exclamaba Lucas, un niño entusiasta, mientras Miguel caminaba por la calle. Y es que Miguel siempre estaba dispuesto a ayudar a los pequeños del barrio con sus artilugios rotos.
Un día, cuando la feria del barrio se acercaba, los niños estaban entusiasmados por participar en un concurso de inventos. Todos sabían que el maestro de la tacha daría un premio especial al mejor invento. Los niños trabajaron duro reuniendo sus ideas y construyendo sus inventos, pero Isabella tenía problemas.
No podía hacer que su cohete de juguete despegara. Miguel se acercó a ella y le ofreció su ayuda. Juntos, arreglaron el problema y el cohete despegó con éxito en el concurso.
Isabella ganó el premio especial del maestro de las tachas, una caja de herramientas llena de sorpresas. Desde ese día, los niños del barrio aprendieron que no importa cuán difíciles sean las cosas, siempre hay maneras de arreglarlas. Y así, Miguel, el maestro de la tacha, se convirtió en una inspiración para todos.
FIN.