El maestro del cambio



Había una vez, en el hermoso llano venezolano de los años 50"s, un joven llamado José amabilis Yépez. A sus 22 años, decidió dejar su ciudad natal y aventurarse en la vida como maestro en una pequeña escuela rural.

José amabilis era un hombre lleno de energía y entusiasmo por enseñar. Llegó a la escuela con su guitarra al hombro y una sonrisa en el rostro.

Los niños del pueblo no podían creer lo afortunados que eran de tener a alguien tan especial como maestro.

Desde el primer día, José amabilis se dedicó a enseñarles no solo las materias básicas como matemáticas y lengua, sino también valores fundamentales como el respeto, la solidaridad y el amor por la naturaleza. Los días pasaban volando mientras José amabilis compartía su sabiduría con los pequeños estudiantes. Les contaba historias fascinantes sobre animales del llano y les mostraba cómo cuidar de ellos para preservar la riqueza natural de su tierra.

Un día, uno de los niños llamado Juanito llegó corriendo al salón de clases muy emocionado. "¡Maestro! ¡Maestro! ¡Encontré un pajarito herido cerca del río!", exclamó Juanito mientras sostenía entre sus manos al indefenso animalito.

José amabilis se acercó rápidamente a Juanito y tomó al pajarito con mucho cuidado. "Juanito, has hecho algo muy valiente al ayudar a este animalito", dijo José amabilis con orgullo en sus ojos.

"Ahora debemos cuidarlo hasta que se recupere y luego lo liberaremos para que pueda volar libremente". Los niños de la escuela se unieron enseguida para ayudar a José amabilis a construir una pequeña jaula improvisada con ramas y hojas.

Cada día, ellos llevaban semillas y agua fresca para alimentar al pajarito herido. Mientras tanto, José amabilis continuaba sus lecciones diarias en el salón de clases. Les enseñaba sobre la importancia de cuidar del medio ambiente y cómo cada pequeña acción podía marcar una gran diferencia.

Un mes después, el pajarito finalmente se recuperó por completo gracias al amor y cuidado brindado por los niños. Era hora de liberarlo. Todos los estudiantes se reunieron cerca del río para presenciar este emotivo momento.

José amabilis abrió la puerta de la jaula y el pajarito salió volando hacia el cielo azul. Los niños aplaudieron emocionados mientras veían al ave alejarse en libertad.

"Recuerden, mis queridos alumnos, que así como hemos cuidado a este pajarito, también debemos cuidar nuestro planeta", dijo José amabilis con voz suave pero firme. "Ustedes son el futuro de Venezuela y tienen el poder de hacerlo mejor".

A partir de ese día, los niños del llano venezolano nunca olvidaron las enseñanzas valiosas que recibieron de su querido maestro José amabilis Yépez. Crecieron convertidos en adultos responsables y comprometidos con su comunidad y con el medio ambiente.

Y así, gracias a un joven maestro lleno de sabiduría y cariño, el llano venezolano floreció con una nueva generación de personas conscientes y comprometidas con la preservación de su tierra.

FIN.

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