El maestro Gabo y el poder de la perseverancia
En un pequeño pueblo, había un maestro llamado Gabo que siempre tenía una actitud negativa. Todos los estudiantes lo conocían por ser muy estricto y por romper los proyectos que presentaban.
Un día, un grupo de amigas, María, Laura, y Ana, decidieron hacer algo al respecto. "Estoy harta de que el maestro Gabo arruine nuestros proyectos", dijo María con determinación. "¡Sí, es injusto!", respondió Laura. "No podemos permitir que nos desanime", agregó Ana. Decidieron buscar una solución juntas.
Después de reflexionar, decidieron hablar con la directora de la escuela para expresar sus preocupaciones. La directora escuchó atentamente y les propuso una idea: participar en un concurso escolar donde podrían presentar sus proyectos ante un jurado experto.
Las niñas se emocionaron y se pusieron manos a la obra. Durante semanas, trabajaron arduamente, superando obstáculos y desafíos, pero siempre apoyándose mutuamente. Finalmente, llegó el día del concurso.
Estaban nerviosas, pero al ver todas las creaciones de sus compañeros, se sintieron inspiradas y seguras de que su proyecto destacaba. Llegó su turno de presentar y lo hicieron con pasión y seguridad. El jurado quedó impresionado y les otorgó el primer premio.
Cuando regresaron a la escuela, la directora les felicitó y les dijo: "Vuestro esfuerzo y perseverancia dieron frutos. A pesar de los obstáculos, nunca se rindieron". A partir de ese día, el maestro Gabo cambió su actitud al ver el impacto positivo que las niñas lograron.
Comenzó a apoyar a sus estudiantes y a valorar sus esfuerzos. Las niñas comprendieron que, con determinación y apoyo mutuo, podían superar cualquier desafío. Y aunque el camino no siempre es fácil, la perseverancia y la unión siempre traen recompensas.
FIN.