El Magiar de La Convivencia en CPR Tiñosa



En el corazón del hermoso Priego de Córdoba, se encontraba un colegio especial llamado CPR Tiñosa, reconocido por su convivencia positiva entre sus alumnos. Este colegio estaba formado por nueve aldeas, cada una con su propia historia y tradiciones, pero todas unidas por un espíritu de amistad y cooperación.

Cada mañana, los niños de las aldeas llegaban corriendo al colegio, ansiosos por aprender y jugar. En CPR Tiñosa, el día comenzaba con una fantástica presentación en el patio, donde los docentes contaban historias sobre la importancia del respeto, la solidaridad y la alegría de compartir.

Un día, la maestra Lila, una mujer llena de energía y amor por sus alumnos, anunció un gran concurso.

"- Quiero que cada aldea elija un representante para formar el equipo de la convivencia. El desafío será encontrar la manera de resolver un problema que cada aldea enfrenta y trabajar juntos como un solo grupo " explicó Lila.

Los niños se miraron emocionados. En la aldea de La Higuera, había problemas de ruidos molestos; en La Fuente, se disputaban espacios en el parque; en La Ladera, querían formar un club de lectura pero no encontraban el lugar adecuado. Todos tenían algo que aportar.

"- ¡Yo seré la representante de La Higuera!" dijo Ana, una niña muy creativa.

"- ¡Y yo de La Fuente!" agregó Lucas, conocido por su habilidad para hablar y convencer.

"- Entonces yo seré el representante de La Ladera " afirmó Sofía, una apasionada de los libros.

Con sus equipos formados, los representantes comenzaron a trabajar en sus estrategias. Se reunían cada día después de clases, entrevistando a sus vecinos, tomando notas, y haciendo un gran mural donde dibujaban sus ideas. Los niños de todas las aldeas empezaron a colaborar entre sí, compartiendo habilidades y trabajando juntos en un mismo objetivo: mejorar la convivencia en el colegio.

Una semana más tarde, el día del concurso llegó. Cada equipo presentó sus soluciones de manera creativa: La Higuera propuso un descenso de ruido a través de un “Día del Silencio” donde todos se comprometían a susurrar; La Fuente organizó una “semana del parque”, donde cada aldea ayudaría a mantener el espacio limpio y agradable; y La Ladera invitó a todos a un club de lectura alternativo en el aula de arte, con libros traídos de cada aldea.

El jurado, formado por los docentes y representantes de los padres, escuchó atentamente. Sin embargo, en el momento en que se decidió el ganador, el ambiente cambió. Hay un murmullo entre los niños.

"- No podemos elegir solo a uno " comentó un niño del jurado.

"- Todos hicieron un gran trabajo y juntos han demostrado que son capaces de lograr lo que se propongan " agregó una madre.

Finalmente, la maestra Lila sonrió. "- ¡Tienen razón! Este concurso no debe dividirnos. Todos ustedes son ganadores por su esfuerzo y dedicación. De ahora en adelante, se instaurará el ‘Día de la Convivienda’ donde cada aldea compartirá algo que ama y lo haremos juntos, como uno solo "

Los niños estallaron en vítores. Sabían que habían dado un gran paso a la amistad y la colaboración, un ejemplo que seguirían cada día de sus vidas.

Desde ese día en CPR Tiñosa, la convivencia continuó floreciendo. Las aldeas se unieron aún más, celebrando el ‘Día de la Convivienda’ con juegos, música y mucha risa. Cada aldea aportaba algo, desde cantantes hasta grandes cocineros, y así, cada año se hacían mejores amigos.

Y así, en el colegio CPR Tiñosa, los niños no solo aprendieron a trabajar juntos, sino que también descubrieron lo hermoso que era compartir, colaborar y construir un lugar lleno de armonía y alegría, un verdadero ejemplo de convivencia positiva para todos.

Fin.

FIN.

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