El mágico martes en la feria



Todos los chicos del barrio estaban emocionados porque hoy era martes, el día de la feria. Ana, Diego, Martín y Sofía se reunieron en la plaza y se dirigieron juntos hacia el bullicio y los colores de la feria. Al llegar, se encontraron con un puesto de un mago muy peculiar. El mago les contó que tenía un espectáculo donde enseñaría algunos trucos de magia. Los chicos se entusiasmaron y se sentaron en la primera fila.

El mago comenzó su espectáculo con un truco de cartas que dejó a todos boquiabiertos. Luego, sacó un pañuelo y lo hizo desaparecer en el aire, para aparecer luego en el bolsillo de Martín. Los chicos estaban asombrados y riendo a carcajadas con cada truco. Pero justo cuando el mago estaba por hacer su truco más impresionante, la música de la feria se detuvo y el ambiente se volvió extrañamente silencioso.

Entonces, el mago les explicó que él había sentido que los chicos tenían mucho potencial para la magia, y que si trabajaban en equipo podrían realizar trucos asombrosos. Propuso que cada uno de los chicos eligiera un truco para aprender y que volvieran a encontrarse el próximo martes para realizar un espectáculo propio. Los chicos aceptaron emocionados el desafío.

Durante la semana, practicaron y se ayudaron mutuamente. Ana aprendió a hacer desaparecer objetos, Diego a hacer trucos con cuerdas, Martín adivinanza de pensamientos y Sofía a hacer aparecer flores de la nada. El martes siguiente, frente a una multitud expectante en la feria, los chicos realizaron su propio show de magia, dejando a todos con la boca abierta. El mago los miraba orgulloso desde la primera fila.

Desde ese día, los chicos se convirtieron en los magos más famosos de la feria. Y lo mejor de todo, es que entendieron que trabajar en equipo y ayudarse mutuamente los llevó a descubrir sus propias habilidades mágicas.

FIN.

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