El mapa del amor



Había una vez un niño llamado Derek que vivía en un pequeño pueblo en Argentina. Un día, mientras jugaba en el parque, vio a una niña llamada Nicole.

Era la primera vez que la veía y quedó completamente cautivado por su sonrisa brillante y sus ojos chispeantes. Derek decidió acercarse a Nicole y entablar una conversación.

Pronto se dieron cuenta de que tenían mucho en común: les gustaban los mismos juegos, las mismas películas y hasta compartían el mismo amor por los helados de dulce de leche. A medida que pasaban más tiempo juntos, Derek comenzó a enamorarse profundamente de Nicole.

Cada vez que estaba cerca de ella, sentía mariposas revoloteando en su estómago y no podía evitar sonreír todo el tiempo. Sin embargo, había un problema: Derek descubrió que Nicole vivía muy lejos, al otro lado del país.

Esto entristeció mucho a Derek porque quería estar siempre junto a ella y compartir cada momento especial. Un día, mientras caminaba pensativo por el parque, encontró un mapa antiguo tirado en el suelo. Decidió reagarrarlo y llevarlo a casa para investigar qué secretos podría revelarle.

Cuando llegó a casa, desplegó cuidadosamente el mapa sobre su escritorio e inmediatamente notó algo extraño: había una ruta marcada con pequeños corazones rojos desde su pueblo hasta la ciudad donde vivía Nicole. Derek se emocionó al pensar que tal vez ese mapa lo llevara directo hacia ella.

Sin perder tiempo, preparó su mochila con algunas provisiones y se dispuso a emprender su viaje. El camino no fue fácil. Derek tuvo que atravesar montañas, ríos y campos interminables.

Pero en cada paso del camino, recordaba la sonrisa de Nicole y eso le daba fuerzas para seguir adelante. Después de días de viaje, finalmente llegó a la ciudad donde vivía Nicole. Estaba agotado pero lleno de emoción.

Sin embargo, cuando preguntó por ella en el vecindario, nadie parecía conocerla. Derek comenzó a sentirse desesperado. ¿Había venido tan lejos solo para descubrir que Nicole nunca había existido? Pero justo cuando estaba a punto de rendirse, escuchó una voz familiar.

"¡Derek! ¡Aquí estoy!"Era Nicole, corriendo hacia él con los brazos abiertos y una gran sonrisa en su rostro. Resulta que Nicole también había encontrado un mapa similar al de Derek y había decidido seguirlo hasta su pueblo.

Habían estado buscándose mutuamente todo ese tiempo sin saberlo. Los dos niños se abrazaron emocionados y prometieron nunca separarse nuevamente. Aprendieron que el amor verdadero puede superar cualquier distancia si uno está dispuesto a luchar por él.

Desde aquel día, Derek y Nicole pasaron mucho tiempo juntos, compartiendo risas, aventuras y muchos helados de dulce de leche. Y aunque vivían lejos el uno del otro, siempre encontraban la forma de mantenerse conectados: escribiéndose cartas o hablando por video llamadas.

La historia de Derek y Nicole nos enseña que el amor no tiene barreras geográficas cuando hay voluntad y determinación para mantenerlo vivo. Y nos recuerda que, a veces, el destino puede traernos sorpresas maravillosas cuando menos lo esperamos.

FIN.

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