El mapa del amor fraternal

Había una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, dos hermanos llamados Veruzka y Santiago. Eran inseparables y siempre compartían aventuras juntos.

Pero un día, Veruzka tuvo que irse de viaje por unos días y eso dejó a Santiago muy triste. "¡Ay, Veruzka! Te extraño tanto", suspiraba Santiago mientras miraba por la ventana esperando su regreso. Pasaron los días y la tristeza de Santiago no disminuía.

Sus amigos del vecindario intentaban animarlo, pero él solo pensaba en su querida hermana. Un día, mientras caminaba por el parque con la cabeza baja, Santiago encontró un pequeño papel en el suelo. Lo recogió con curiosidad y se dio cuenta de que era un mapa del tesoro.

Santiago sintió una chispa de emoción dentro de sí y decidió seguir las indicaciones del mapa para descubrir qué había al final del camino. Siguiendo las instrucciones paso a paso, Santiago llegó a un viejo árbol cerca de un río.

Bajo ese árbol encontró una caja misteriosa cubierta de polvo. Con mucha cautela, abrió la caja y dentro encontró una carta escrita por su hermana Veruzka.

"Querido Santiaguito - decía la carta - sabía que me ibas a extrañar mucho mientras estuviera fuera. Así que decidí dejarte este tesoro como una sorpresa para alegrarte. "Santiago no podía creer lo que estaba leyendo. Su hermana había planeado todo esto para hacerlo sentir mejor durante su ausencia.

Continuando con la carta, Veruzka le decía a Santiago que siguiera las pistas del mapa para encontrar un regalo especial al final. Animado, Santiago siguió las indicaciones y llegó a una hermosa cascada.

Allí, encontró a su hermana Veruzka esperándolo con los brazos abiertos. Ambos se abrazaron y se alegraron de estar juntos nuevamente. "¡Veruzka! ¡Me hiciste el mejor regalo de todos!", exclamó Santiago emocionado.

"Sabía que te iba a extrañar mucho, así que pensé en algo especial para animarte", respondió Veruzka sonriendo. Desde ese día, Santiago aprendió una valiosa lección: aunque la ausencia de alguien querido puede ser difícil, siempre hay formas creativas de mantenernos cerca y hacernos sentir amados.

A partir de entonces, los dos hermanos comenzaron a planear aventuras juntos incluso cuando estaban separados. Enviaban cartas llenas de dibujos y noticias divertidas para compartir sus días. Y así fue como Santiago descubrió que el amor entre hermanos es tan fuerte que ni la distancia puede romperlo.