El mapa mágico de Alcarabanes
Había una vez un niño llamado Caballo Camino que vivía en un pequeño pueblo en Argentina. Caballo Camino era un niño muy curioso y aventurero, siempre buscando nuevas formas de divertirse y aprender.
Un día, mientras paseaba por el campo, Caballo Camino encontró un mapa antiguo escondido debajo de una piedra. El mapa mostraba el camino hacia el mágico reino de Alcarabanes, donde se decía que los sueños se hacían realidad.
Caballo Camino estaba emocionado por la idea de explorar este nuevo lugar lleno de maravillas. Decidió emprender su viaje al reino de Alcarabanes y descubrir qué secretos guardaba. Después de días caminando por senderos empolvados y atravesando ríos cristalinos, finalmente llegó a las puertas del reino.
Las puertas eran altas y majestuosas, con hermosos grabados que representaban historias legendarias.
Al entrar al reino, Caballo Camino quedó asombrado por la belleza del lugar: calles adoquinadas llenas de flores coloridas, casitas con techos rojos y verdes jardines rebosantes de vida. La gente parecía feliz y amable, saludándose unos a otros con sonrisas cálidas. Mientras exploraba las calles del reino, Caballo Camino escuchó risas provenientes del parque central.
Se acercó corriendo para descubrir qué pasaba y vio a un grupo de niños jugando felices en los columpios. - ¡Hola! ¿Puedo jugar con ustedes? - preguntó Caballo Camino, emocionado. Los niños se miraron entre sí y asintieron con alegría.
Caballo Camino se unió a ellos y pronto se convirtió en el mejor amigo de todos. Juntos, exploraron cada rincón del reino, descubriendo lugares mágicos como la Fuente de los Deseos y el Bosque Encantado.
Un día, mientras jugaban cerca del Lago de los Sueños, uno de los niños cayó al agua y comenzó a luchar por mantenerse a flote. Caballo Camino no dudó ni un segundo y saltó al lago para rescatarlo.
Con todas sus fuerzas, nadando contra la corriente, logró llegar hasta su amigo y lo sacó del agua. Todos aplaudieron emocionados por su valentía. - ¡Eres un héroe! - exclamaron los niños admirados. Caballo Camino sonrió tímidamente pero se sintió orgulloso de haber ayudado a su amigo en apuros.
A partir de ese momento, todos en el reino lo consideraron un verdadero héroe. El tiempo pasó rápido en Alcarabanes y llegó el día en que Caballo Camino debía regresar a su pueblo.
Los niños lloraban desconsolados al despedirse de él. - No te vayas nunca, Caballito - decían con lágrimas en los ojos. Caballo Camino prometió volver algún día y abrazó a cada uno de sus amigos antes de emprender el viaje de regreso a casa.
Al llegar al pueblo, Caballo Camino guardó con cuidado el mapa que encontró en Alcarabanes junto con sus más preciados recuerdos.
Sabía que había vivido una aventura inolvidable y que siempre llevaría en su corazón a los amigos y lecciones aprendidas en aquel mágico reino. Desde ese día, Caballo Camino se convirtió en un niño lindo con un espíritu valiente. Siempre recordaría que la amistad, el coraje y la voluntad de ayudar a otros eran las verdaderas joyas de la vida.
Y así, Caballo Camino continuó explorando el mundo con su alma llena de sueños y su corazón lleno de amor.
FIN.