El mar de los elfos verdes



Había una vez, en un mágico bosque encantado, cinco pequeños elfos llamados Cathaysa, Abenchara, Doramas, Bentejui y Gara. Estos elfos eran guardianes de la naturaleza y siempre estaban atentos a cualquier problema que pudiera afectarla.

Un día, mientras los elfos volaban por el bosque, notaron algo extraño. El agua del río que solía ser cristalina ahora estaba turbia y llena de basura.

Preocupados por lo que estaban viendo, decidieron seguir el curso del río hasta llegar al océano. Al llegar a la costa marina, los elfos se quedaron boquiabiertos. Las aguas azules y brillantes habían sido reemplazadas por un mar oscuro y lleno de plástico flotante.

Los peces nadaban tristemente entre las bolsas de plástico y las tortugas marinas luchaban para liberarse de las redes abandonadas. Los cinco elfos sabían que debían hacer algo para ayudar a salvar el océano.

Se reunieron en círculo junto a una gran almeja marina y comenzaron a hablar sobre cómo podrían hacerlo. "Necesitamos concientizar a las personas sobre la importancia de cuidar nuestros océanos", dijo Cathaysa. "¡Sí! Y también debemos limpiar toda esta basura", agregó Abenchara. "Podemos organizar una campaña para recolectar plásticos en nuestras playas", sugirió Doramas.

"Y después podemos reciclar todo lo que recolectemos", propuso Bentejui. "¡Excelente idea! También podemos enseñar a las personas cómo reducir su consumo de plástico", dijo Gara. Con un plan en mente, los cinco elfos se dividieron las tareas.

Cathaysa y Abenchara se encargarían de crear carteles y volantes para concientizar a la gente. Doramas organizaría grupos de voluntarios para limpiar las playas, mientras que Bentejui buscaría lugares donde pudieran reciclar el plástico recolectado.

Gara se encargaría de dar charlas educativas en las escuelas sobre la importancia de cuidar el océano. Los elfos trabajaron día y noche para llevar a cabo su plan. Colocaron carteles por todo el bosque y repartieron volantes en los pueblos cercanos.

Pronto, la noticia se extendió y muchas personas decidieron unirse a ellos en su misión. El día del gran evento llegó, cientos de personas se reunieron en la playa con guantes y bolsas para ayudar a limpiarla.

Los niños corrían emocionados buscando pedazos de plástico mientras los adultos conversaban sobre formas creativas de reducir su consumo diario. Después de una jornada intensa pero satisfactoria, todos regresaron al bosque con sus bolsas llenas de plástico recolectado.

Bentejui había encontrado un lugar especial donde podían reciclarlo correctamente. Los elfos transformaron toda esa basura en hermosos objetos útiles como macetas, juguetes e incluso bancos para sentarse en el parque. La gente quedó asombrada por lo que habían logrado juntos.

Con el tiempo, gracias a los esfuerzos constantes de los elfos y la colaboración de la comunidad, las playas volvieron a ser limpias y los océanos recuperaron su brillo.

Los peces nadaban felices y las tortugas marinas ya no se enredaban en redes abandonadas. La historia de los cinco elfos se convirtió en un ejemplo para todos. Las personas aprendieron a cuidar el océano y a reducir su consumo de plástico.

Juntos, lograron salvar el mar y conservar la belleza de la naturaleza. Y así, Cathaysa, Abenchara, Doramas, Bentejui y Gara continuaron siendo guardianes del bosque encantado y del océano, recordándole al mundo que cada pequeña acción cuenta cuando se trata de proteger nuestro hogar: la Tierra.

FIN.

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