El maravilloso descubrimiento de la rueda y la palanca



Había una vez, en un lejano lugar de la antigüedad, un grupo de simpáticos amigos que vivían en un valle rodeado de altas montañas. Ellos se llamaban Lila, Nico y Tito, y siempre estaban explorando y descubriendo cosas nuevas.

Un día, mientras jugaban en el campo, Lila encontró algo extraño y redondo entre las rocas. Era algo que nunca habían visto antes. - ¡Miren! ¡Miren lo que encontré! - gritó Lila emocionada.

- ¿Qué es eso? - preguntó Tito con curiosidad. - ¡No lo sé, pero parece muy divertido! - exclamó Nico. Decidieron llevarlo a la aldea para mostrarlo a los sabios del lugar.

Los ancianos de la aldea observaron el objeto con asombro y les explicaron que se trataba de una rueda, algo que nunca antes habían visto. Les dijeron que la rueda podría ayudarles a transportar cosas pesadas más fácilmente. Los amigos quedaron maravillados con el descubrimiento y decidieron construir un carrito con ruedas.

Desde ese día, transportar la comida del campo a la aldea se volvió mucho más sencillo. Pero un día, mientras intentaban subir una pesada carga por una colina, se dieron cuenta de que les faltaba fuerza.

Fue entonces que Tito recordó algo que había escuchado de los sabios de la aldea. - ¡Es hora de usar la palanca! - exclamó Tito. Rápidamente buscaron un palo fuerte y largo, y con él lograron levantar la carga con facilidad.

A partir de ese momento, la palanca se convirtió en su mejor amiga para mover objetos pesados. Lila, Nico y Tito aprendieron que con ingenio y trabajo en equipo podían hacer grandes descubrimientos.

Desde entonces, la rueda y la palanca se convirtieron en herramientas indispensables para la vida en el valle, y todos vivieron felices y contentos descubriendo nuevas formas de utilizarlas en su día a día.

FIN.

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