El maravilloso deseo de Enriqueta
Vivía en aquella sierra una niña llamada Enriqueta. Desde muy pequeña, Enriqueta había sentido una gran conexión con el mar. Cada vez que se acercaba a la costa, podía sentir cómo sus olas le susurraban historias y secretos.
Un día, mientras exploraba la sierra, Enriqueta escuchó hablar sobre la fuente de agua fresca que se encontraba cerca del mar. Sin pensarlo dos veces, decidió ir en busca de esa fuente mágica.
Después de un largo camino entre árboles y rocas, finalmente llegó a su destino. La fuente era hermosa: un pequeño manantial rodeado de flores silvestres y pájaros cantando alegremente. Sin embargo, algo extraño ocurrió cuando Enriqueta se acercó para beber agua de la fuente.
Un pez dorado saltó repentinamente del agua y comenzó a hablarle. "-Hola, Enriqueta", dijo el pez con una voz melodiosa. "Soy Aletita, el guardián de esta fuente mágica". Enriqueta no podía creer lo que estaba presenciando.
¡Un pez hablante! Pero su curiosidad superaba cualquier temor o duda que pudiera tener. "-Hola, Aletita", respondió entusiasmada. "¿Por qué eres el guardián de esta fuente?"El pez sonrió y explicó: "-Esta fuente tiene poderes especiales.
Si bebes su agua pura y cristalina mientras haces un deseo desde el corazón, ese deseo se cumplirá". Los ojos de Enriqueta se iluminaron de emoción. Tenía tantos sueños y deseos en su corazón que no sabía por dónde empezar.
"-Aletita, quiero ser una gran marinera", dijo Enriqueta con determinación. "Quiero aprender sobre los océanos, explorar nuevas tierras y ayudar a proteger la vida marina".
El pez dorado asintió con alegría y le dijo: "-Entonces, querida Enriqueta, bebe el agua de la fuente mientras piensas en todo lo que quieres lograr como marinera". Enriqueta siguió las instrucciones al pie de la letra. Bebió el agua de la fuente y cerró los ojos, visualizando su futuro como marinera valiente y aventurera.
Cuando abrió los ojos nuevamente, se encontraba en un barco rodeada de otros marineros. El capitán del barco se acercó a ella y le dio la bienvenida a bordo.
"-Bienvenida a tu nueva vida como marinera, Enriqueta", dijo el capitán con una sonrisa amable. "Estoy seguro de que serás una gran adición a nuestra tripulación". Durante años, Enriqueta navegó por los siete mares junto a sus compañeros marineros.
Aprendió sobre las corrientes marinas, descubrió islas exóticas y ayudó a rescatar animales marinos en peligro. Pero nunca olvidó el poder mágico de la fuente cerca del mar. Cada vez que tenía un nuevo deseo o sueño en su corazón, volvía allí para beber su agua pura y cristalina.
Con cada deseo cumplido, Enriqueta se convertía en una persona más sabia y generosa. Compartía su conocimiento con otros, inspirando a jóvenes marineros a seguir sus sueños y cuidar del océano.
Así, Enriqueta demostró que los deseos pueden hacerse realidad si uno trabaja duro para lograrlos. Y aunque la fuente mágica ya no exista, su espíritu vive en el corazón de todos aquellos que creen en sí mismos y en el poder de sus sueños.
FIN.