El Maravilloso Día de los Números

En un hermoso día soleado, los números decidieron hacer una fiesta en el jardín. El número 0 fue el primero en llegar, con su forma redondita y su risa alegre.

Luego llegó el número 1, que siempre quería ser el primero en todo. -¡Hola a todos! ¡Soy el número 1, el mejor de todos! -exclamó con orgullo. Pronto se sumaron el 2, el 3, el 4 y el 5, cada uno con su personalidad única.

El número 6 llegó saltando y el 7 cantando una canción. -¡Qué lindo día para una fiesta! -dijo el número 8 animadamente. El número 9 se acercó con timidez, pero pronto se sintió cómodo entre sus amigos.

Finalmente, el número 10 llegó con entusiasmo, feliz de completar el grupo. Juntos, empezaron a jugar a juegos numéricos: el 1 quería ser el primero en todo, el 2 saltaba dos veces, el 3 contaba hasta tres y el 4 hacía piruetas.

El 5 reía a carcajadas, el 6 jugaba a las escondidas, el 7 hacía siete vueltas y el 8 cantaba una canción pegajosa. El 9 se unía a todos los juegos con alegría, y el 10 se aseguraba de que todos estuvieran felices.

De repente, notaron que faltaba alguien: el número 8 había desaparecido. Empezaron a buscar por todos lados y, al contar, descubrieron que el 8 se había escondido detrás del 9. Todos rieron y celebraron haber encontrado al 8.

Al final del día, los números estaban felices y contentos. Se despidieron con abrazos y promesas de volver a encontrarse en otra fiesta numérica.