El maravilloso día en las salacitas
Leonel estaba emocionado por ir a las salacitas el domingo con sus padres. Había oído hablar de ese lugar lleno de diversión y aventuras, y no podía esperar a vivir su propia experiencia.
El domingo, la familia se preparó temprano y salió hacia las salacitas. Al llegar, Leonel se maravilló con los coloridos juegos y las risas que inundaban el lugar. Empezaron a explorar todas las atracciones, desde los toboganes gigantes hasta los laberintos de aventuras.
Leonel se divertía como nunca antes. En un momento, se encontró con un niño que estaba solo y parecía triste. Leonel se acercó y le preguntó si quería unirse a él y a su familia. El niño sonrió y aceptó.
Juntos, pasaron un día increíble, riendo y jugando sin parar. Leonel aprendió lo importante que es ser amable y compartir con los demás. Al final del día, el niño le agradeció a Leonel por hacerlo sentir parte de la diversión.
Leonel se sintió feliz y realizado, sabiendo que había hecho una diferencia en la vida de alguien más. Desde ese día, Leonel supo que siempre habría momentos divertidos y especiales si estaba dispuesto a compartir su alegría con los demás.
FIN.