El maravilloso mundo de Shenia y la evaluación de desempeño



Había una vez en una gran empresa, un departamento de Recursos Humanos liderado por una mujer llamada Shenia. Shenia era conocida por ser una líder dedicada, justa y amable. Un día, se acercaba la época de evaluación de desempeño, un momento en el que todos los empleados del departamento estaban un poco nerviosos.

Shenia sabía lo importante que era este proceso, así que decidió hacer algo especial. Convocó a todos los miembros de su equipo y les dijo: "Hoy vamos a hacer la evaluación de desempeño de una manera diferente. En lugar de simplemente analizar números y estadísticas, vamos a contar cuentos sobre el increíble trabajo que cada uno de ustedes ha realizado." Los empleados se miraron sorprendidos, pero emocionados.

Comenzaron con el primer empleado, Martín, quien era conocido por su habilidad para resolver conflictos. Shenia lo elogió frente a todos, contando una historia sobre cómo Martín había ayudado a dos compañeros a superar sus diferencias y trabajar juntos de manera armoniosa. Martín sonreía de oreja a oreja.

Luego fue el turno de Valentina, una empleada muy creativa. Shenia relató cómo Valentina había llevado a cabo una campaña de reclutamiento innovadora que atrajo a nuevos talentos a la empresa. Valentina se sentía orgullosa y valorada.

Así, uno por uno, Shenia fue contando historias maravillosas sobre cada uno de sus empleados. Después de cada relato, los compañeros aplaudían y se abrazaban, compartiendo su alegría mutua.

Al finalizar, Shenia les dijo: "Cada uno de ustedes es una pieza invaluable en este equipo. Sus habilidades, talento y pasión son los que hacen que nuestro departamento sea tan especial. Esta evaluación no se trata solo de números, sino de reconocer el maravilloso aporte que cada uno hace a nuestro equipo".

Los empleados se miraron con una nueva sensación de confianza y felicidad. Desde ese día, el departamento de Recursos Humanos se volvió aún más unido y comprometido. Y todo gracias a la sabiduría y la bondad de Shenia, la líder que entendía que el verdadero valor de la evaluación de desempeño va más allá de los informes y números, y radica en el reconocimiento y la valoración de cada persona.

FIN.

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