El maravilloso regalo del hada María

Había una vez en un mágico reino, una hada niña llamada María que disfrutaba esparcir alegría y felicidad a su alrededor. Un día, mientras volaba juguetonamente en el jardín del castillo, María se encontró con una niña llamada Serena.

Con un destello de su varita mágica, María convirtió a Serena en una hermosa princesa. Serena no podía creerlo, se miró en el reflejo de un charco y se vio vestida con un reluciente vestido de princesa.

Llena de emoción, Serena agradeció a María y juntas comenzaron a explorar el reino. De repente, con un susurro de hadas, María hizo que un majestuoso unicornio apareciera ante los ojos de Serena.

La niña princesa se rió de alegría y con gran cariño acarició al tierno unicornio. Mientras tanto, en otra parte del reino, el travieso niño llamado Mateo se encontró con el hada María. Bastante curioso, Mateo le preguntó a María si podía hacer que apareciera un carro pequeño para niños.

Sin dudarlo, el hada María agitó su varita mágica y en un instante, un brillante carro apareció ante los ojos de Mateo. emocionado, Mateo subió al carro y partió velozmente, dando vueltas por el jardín.

Con cada curva, Mateo sonreía de oreja a oreja. Al verlos a todos tan felices, el hada María se sintió extremadamente dichosa. Sabía que el verdadero regalo era la alegría y el amor que podía brindar a los demás.