El maravilloso viaje a la finca de mi tío



Había una vez, en un hermoso pueblo de Anapoima, un niño llamado Martín que vivía en la bulliciosa ciudad. Un día, Martín y su familia decidieron hacer un viaje a la finca de su tío en Anapoima.

Empacaron sus maletas y se embarcaron en un viaje lleno de expectativas y emoción. "¡Estoy tan emocionado por ir a la finca de mi tío!" exclamó Martín mientras subía al auto. "¡Va a ser increíble!" respondió su primo Lucas.

Después de un largo viaje, finalmente llegaron a la finca. Martín estaba maravillado al ver tantos árboles frondosos, coloridas flores y animales curiosos. Todos se instalaron en la acogedora casa de campo y Martín no podía esperar para explorar.

"¡Vamos a la piscina!" gritó Martín emocionado. Todos se cambiaron rápidamente y corrieron hacia la piscina.

Durante los próximos días, Martín se bañó todos los días en la piscina, pasó tiempo con sus primos jugando en el jardín, recogiendo frutas deliciosas y jugando en las hamacas. "Me encanta la finca de mi tío. ¡Es tan divertido!" exclamó Martín a su abuela. "Es maravilloso estar rodeado de la naturaleza", respondió su abuela con una sonrisa.

Una tarde, mientras exploraban el campo, Martín descubrió un nido de pajaritos en un árbol. Todos observaron maravillados cómo los pajaritos piaban y recibían comida de su mamá. Fue un momento mágico que Martín no olvidaría. Después de seis días de diversión y risas, era hora de regresar a la ciudad.

Martín se despidió de la finca con el corazón lleno de gratitud y con recuerdos inolvidables.

Aunque extrañaría la tranquilidad y la naturaleza, estaba emocionado de regresar a su vida en la ciudad, llevando consigo el amor por la naturaleza y los momentos especiales que vivió en la finca de su tío.

FIN.

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