El maravilloso viaje de la muñeca y el corazón viejo



Érase una vez en un pequeño pueblo, vivía una muñeca de porcelana llamada Camila. Camila vivía en una hermosa casa y le encantaba observar el paisaje desde la ventana de su habitación.

Sin embargo, cada día, su vista se veía obstaculizada por un gran montón de escaleras que llevaban a un desván lleno de trastos viejos. Camila siempre había sentido curiosidad por saber qué había más allá de esas escaleras, pero nunca se había atrevido a subirlas.

Un día, mientras contemplaba las escaleras, escuchó un susurro proveniente del desván. "¡Ayúdame!", decía una vocecita. Camila se acercó cautelosamente y descubrió que el susurro provenía de un corazón viejo que había sido olvidado en el desván.

El corazón le contó a Camila que se sentía triste y solitario, ya que había perdido su brillo y color con el paso del tiempo. Camila, conmovida por la historia del corazón, decidió ayudarlo.

Juntas, la muñeca y el corazón viejo idearon un plan.

Camila subiría las escaleras hacia el desván y buscaría entre los trastos un poco de pintura y purpurina para devolverle el brillo al corazón. A pesar de sentir miedo, Camila decidió enfrentar su temor y subir las escaleras.

Con valentía, llegó al desván y encontró todo lo que necesitaba para embellecer el corazón. Con mucho esfuerzo, llevó los materiales hasta el corazón y comenzó a trabajar en él.

Después de horas de arduo trabajo, el corazón viejo brillaba como nunca.

Estaba radiante y lleno de vida. La muñeca y el corazón viejo se abrazaron emocionados y agradecidos. Camila había superado su miedo a las escaleras y el corazón había recuperado su alegría.

Juntos, bajaron las escaleras y compartieron su historia con todos los habitantes del pueblo, inspirando a otros a enfrentar sus miedos y ayudar a quienes los necesitan.

Desde ese día, la muñeca y el corazón viejo se convirtieron en símbolos de valentía y solidaridad en el pueblo, demostrando que, con amor y coraje, cualquier desafío puede superarse.

FIN.

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