El maravilloso viaje de Mariposa Mila
En un hermoso parque repleto de árboles frondosos, flores coloridas y pájaros cantarines, vivía Mariposa Mila. Ella era una mariposa muy especial, con alas de un brillante color violeta y una personalidad curiosa y aventurera.
Un día, mientras revoloteaba entre las flores, Mariposa Mila escuchó a unos niños riendo y jugando. Se acercó para ver de qué se trataba y se encontró con Lila, la pequeña niña del parque. "¿Quién eres tú, mariposa tan bonita?" preguntó Lila con una sonrisa.
"Soy Mariposa Mila, y me encanta explorar y descubrir cosas nuevas", respondió Mila. Lila le contó a Mila que ella también amaba la aventura, y juntas decidieron emprender un emocionante viaje por el parque.
"Vamos a conocer cada rincón mágico de este lugar", exclamó Lila emocionada. Así, Mariposa Mila y Lila se adentraron en el parque, descubriendo fuentes cristalinas, escondites secretos detrás de los árboles y muchas otras maravillas. De repente, se encontraron con Max, el simpático perrito del parque.
"Hola, amigos! ¿A dónde van tan contentos?", preguntó Max moviendo la cola. "Estamos explorando el parque, ¡ven con nosotros!" invitó Lila. Max se unió al viaje y juntos vivieron aventuras emocionantes.
Pero de pronto, una ráfaga de viento fuerte sorprendió a los tres amigos y los arrastró lejos, hasta un lugar desconocido dentro del parque. Se encontraron ante un gran laberinto de arbustos con un letrero que decía: 'El laberinto de la amistad'.
Decidieron adentrarse en el laberinto, confiando en que su amistad los guiaría. Después de enfrentar varios desafíos y ayudarse mutuamente, lograron salir juntos. "¡Lo logramos gracias a nuestra amistad!" exclamó Mila emocionada. Finalmente, el sol comenzó a ponerse y era hora de regresar a casa.
Mariposa Mila, Lila y Max se despidieron con la promesa de que cada aventura sería aún más emocionante con amigos. Desde entonces, Mariposa Mila y sus amigos no dejaron de explorar el parque, aprendiendo grandes lecciones y viviendo momentos inolvidables juntos.
Y así, en aquel maravilloso parque, la amistad creció tan fuerte como las raíces de los magníficos árboles.
FIN.