El maravilloso viaje de Sofía y las Estrellas
Sofía era una niña muy curiosa y alegre, pero tenía un gran miedo a la oscuridad. Todas las noches le pedía a su mamá que dejara encendida la luz de su habitación para poder dormir.
"Mami, por favor, no apagues la luz. Tengo miedo", le decía con ojitos asustados. La mamá de Sofía la miraba con ternura y le dijo: "Sofía, déjame contarte la historia de las estrellas. Ellas son mágicas e iluminan los corazones nobles".
Sofía se acomodó en su cama, emocionada por escuchar la historia de su mamá. "¿Las estrellas están en el cielo?", preguntó Sofía. "Sí, cariño, están muy lejos, pero su luz puede llegar a todos los lugares del mundo", respondió su mamá.
La mamá de Sofía le contó cómo las estrellas eran como lucecitas brillantes que cuidaban a las personas en la oscuridad, iluminando sus sueños y protegiéndolos con su magia. Sofía escuchaba atentamente, maravillada por cada palabra.
"¿Crees que las estrellas puedan ayudarme a vencer mi miedo a la oscuridad?", preguntó Sofía, mirando a su mamá con esperanza. La mamá de Sofía le dio un beso en la frente y le dijo: "Claro que sí, mi niña.
Mañana en la noche, cuando mires el cielo, busca la estrella más brillante y piensa en cosas bonitas. Verás cómo te sentirás mejor". Esa noche, Sofía miró por la ventana y vio el cielo lleno de estrellas.
Buscó la más brillante y pensó en su perrito, en sus juguetes y en todas las cosas divertidas que le gustaban. Lentamente, el miedo empezó a desvanecerse y sintió calma en su corazón. A partir de esa noche, Sofía ya no tuvo miedo a la oscuridad.
Las estrellas se convirtieron en sus amigas, y cada vez que veía el cielo estrellado, recordaba la historia de su mamá y se sentía protegida por su luz mágica.
Desde entonces, Sofía compartió la historia de las estrellas con todos sus amiguitos, enseñándoles que, aunque la oscuridad pueda dar miedo, siempre hay una luz que brilla en el cielo para cuidarnos. Y así, la magia de las estrellas iluminó muchos corazones nobles, incluido el de Sofía.
FIN.