El marinero y la tormenta



Había una vez un valiente marinero llamado Juan, que se encontraba en alta mar cuando una horrible tormenta azotó su barco. Las olas golpeaban con furia y el viento soplaba con una fuerza terrible.

- ¡Oh, no! ¡Estamos en graves apuros! - gritó Juan mientras luchaba por mantener el control del barco. Temeroso por su vida, empezó a rezar pidiendo ayuda a Dios.

De repente, una sensación de calma lo invadió y una voz en su interior le decía que confiara. Poco a poco, Juan comenzó a sentir paz y tranquilidad, sabiendo que Dios lo acompañaba en ese momento tan difícil.

A medida que la tormenta disminuía, Juan supo que había aprendido a confiar en Dios, quien lo guiaba y protegía en todo momento.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!