El Mate Cósmico de Sol y Martina



Era una calurosa tarde de diciembre en la facultad, y el bullicio en la biblioteca era ensordecedor. Sol, con su cabello rizado y su mirada cansada, pasaba las hojas de su libro sin poder concentrarse. Entre apuntes y libros, su mente divagaba.

- ¡Ay, Martina! No puedo más, no sé cómo voy a estudiar para los finales. Todo me distrae - se quejaba Sol, llevándose las manos a la cabeza.

Martina, con su energía desbordante y una sonrisa en el rostro, se acercó con una idea brillante.

- Yo tengo la solución perfecta. ¡Probá el nuevo mate cocido con miel de Cósmico! Es delicioso y te va a ayudar a desconectar un rato.

Sol la miró con curiosidad.

- ¿Mate cocido con miel? Nunca lo probé.

- ¡Dale! Vamos a hacer un break. No te vas a arrepentir - insistió Martina mientras sacaba una pequeña caja de su mochila.

Juntas se dirigieron a una mesa en el parque cercano. Martina preparó el mate cocido, y mientras el agua burbujeaba, le explicó al mismo tiempo.

- Este mate cocido es especial. La miel le da un sabor único y dulce. Además, es ideal para tomar confianza y energía.

Sol observó cómo su amiga batía el agua con la hierba mate, y su olfato se vio atrapado por el aroma fragante que surgía de la olla.

- ¡Listo! Aquí tenés - dijo Martina, sirviendo el mate en un vaso.

Con un poco de nervios, Sol tomó el primer sorbo. Su rostro se iluminó de inmediato.

- ¡Es riquísimo! - exclamó, entusiasmada. La mezcla del mate cocido con la miel era realmente deliciosa.

- ¿Ves? Te lo dije. Ahora respirá hondo y contame... ¿qué es lo que te preocupa? - propuso Martina, con una mirada comprensiva.

Sol suspiró y se dejó llevar por el agradable sabor en su boca.

- Es que tengo tantos temas para estudiar y siento que no me alcanza el tiempo. A veces me parece que no estoy lista.

Martina la escuchó, y luego le sonrió.

- Quería que probaras el mate cósmico para que te relajes un poco. A veces, tomarnos un break es justo lo que necesitamos para recargar las energías. ¡Mirá! Cuanto más tranquila estés, más fácil te va a resultar estudiar.

Esa reflexión hizo que Sol se sintiera aliviada.

- Tienes razón, Martina. Necesito tomarme un momento. - dijo mientras probaba otro trago de su bebida.

Pero cuando Sol menos lo esperaba, un grupo de estudiantes pasó corriendo, haciendo mucho ruido. De repente, una de las chicas tropezó con la mesa y el vaso de mate cocido voló por los aires, derramándose todo sobre un libro.

- ¡Oh no! Mi libro - se lamentó Sol, y el temor volvió a invadirla.

Martina, rápida como un rayo, levantó el libro y lo observó.

- Tranquila, Sol. ¡Esto tiene solución! Vamos a secarlo y hoy mismo podemos ir a una librería para conseguir otro. -

Ambas corrieron al baño y usando toallas, empezaron a secar las páginas.

- Listo. Ahora, a buscar el nuevo libro - afirmó Martina, con una mirada decidida.

Mientras caminaban a la librería, Sol se sintió renovada. **Quizás el incidente con el mate cocido no había sido tan terrible, después de todo**. Martinas le continuaba haciendo bromas sobre el "mate cósmico".

Ya en la librería, Sol vio un nuevo libro de su materia favorita, en edición especial.

- ¡Mirá! Todo pasa por algo - dijo, y ambas se ofrecieron al libro.

Así, con el mate cocido aún en mente y su nuevo libro en mano, Sol se sintió lista para enfrentar sus estudios.

- ¡Gracias, Martina! Me alegras las tardes. Y el mate cocido, ¡es realmente cósmico! -

- ¡Ahora a estudiar! Y no olvides que el mate cósmico siempre nos ayudará a relajarnos - rió Martina -

Y así, después de una tarde divertida y amena, Sol se dio cuenta de que con amigos un buen mate cocido y una buena actitud, cualquier obstáculo se puede superar.

A partir de ese momento, Sol y Martina continuaron disfrutando del mate cósmico cada vez que necesitaban un descanso, convirtiéndolo en su nueva tradición.

Y así es como el mate cocido de "Cósmico" no solo llenó sus barrigas, sino que también los animó a enfrentar juntas cualquier desafío de la vida estudiantil.

Fin.

FIN.

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