El Mate Cósmico de Sol y Martina
Era una calurosa tarde de noviembre y el sol brillaba intensamente en la ciudad. Sol y Martina estaban en su departamento, rodeadas de libros, apuntes y toneladas de hojas arrugadas. Ambos sabían que se acercaban los finales y el tiempo se les escapaba de las manos.
"No puedo más, Martina. No sé qué me pasa, pero no puedo concentrarme. Todo me distrae", se quejó Sol, dejando caer su lápiz al suelo.
Martina miró a su amiga con una sonrisa comprensiva.
"Yo tengo una solución para eso", dijo mientras se levantaba a la cocina.
De repente, la sensación de confusión de Sol cambió a curiosidad.
"¿Qué tenés en mente?", preguntó Sol mientras se acomodaba en su silla.
Martina volvió con una pequeña cacerola y dos tazas.
"Esto es un mate cocido con miel de la marca 'Cósmico', es nuevo y dicen que te ayuda a enfocarte", explicó mientras servía la bebida humeante en las tazas.
Sol la miró con escepticismo.
"¿De verdad? ¿Mate cocido? Suena raro...", dijo mientras olfateaba la bebida.
Martina sonrió con confianza.
"¡Probalo! No perdés nada, y si te gusta, quizás te ayude a concentrarte en tus estudios", insistió.
Finalmente, Sol tomó un sorbo del mate cocido. Su rostro se iluminó instantáneamente.
"¡Wow, está increíble! Lleva un sabor dulce sin ser empalagoso. ¡Me encanta!", exclamó.
Ambas amigas se sentaron a estudiar juntas, y el ambiente se llenó de risas y buena energía. A medida que pasaban las horas, Sol notó que estudiaba con más facilidad y que la información estaba en su mente como nunca antes.
"Este mate cocido realmente funciona, Martina. ¡Mirá cuántos apuntes he logrado repasar!", dijo emocionada.
Pero la tarde no solo traerían buenas noticias. Mientras estudiaban, recibieron un mensaje de su profesora, informándoles que habría un examen sorpresa el día siguiente. Ambas quedaron paralizadas por un instante.
"¿Un examen sorpresa? No puede ser...", murmuró Sol, sintiéndose abrumada.
"Tranquila, tenemos tiempo para prepararnos. ¡Vamos a usar el mate cocido!", dijo Martina, tratando de mantener la calma.
Así, comenzaron a adentrarse en los temas del examen. Cada vez que Sol sentía que su mente se nublaba, tomaba un sorbo del delicioso mate cocido. De repente, se dio cuenta de que cada vez que sentía la distracción acechando, el sabor revive su concentración.
"Martina, creo que he desarrollado un nuevo método de estudio: el método del mate cósmico", bromeó Sol, riendo con su amiga.
"¡Se viene la revolución educativa!", respondió Martina, riendo aún más.
Las horas pasaron volando y finalmente, cuando el reloj marcó la medianoche, ambas se despidieron y se fueron a dormir con la sonrisa en el rostro, sintiéndose listas para enfrentar el examen. Al otro día, el sol brillaba de nuevo.
"¿Qué tal, lista para el examen sorpresa?", le preguntó Martina a Sol con una sonrisa.
"¡Lista y con un montón de energía! Vamos a hacerlo", respondió Sol.
Ambas se presentaron a la facultad, y durante el examen, Sol se sentía más segura que nunca. Al terminar, ambas se miraron emocionadas.
"No puedo creerlo, creo que lo hice bien", dijo Sol, sonriendo.
"Yo también, y todo gracias a nuestro mate cósmico", concluyó Martina.
Desde entonces, Sol y Martina hicieron del mate cocido con miel de 'Cósmico' parte de su rutina de estudio, convirtiéndolo en un símbolo de su amistad y esfuerzo. Aprendieron que con un poco de ayuda y el sabor de la amistad, nada es imposible. ¡Y es que el estudio puede ser más divertido con un buen mate!
Así es como Sol y Martina descubrieron que siempre se puede encontrar un poco de magia en cosas sencillas y que, juntas, podían superar cualquier desafío. Nunca olvidaron recordar a sus amigos sobre el poder del mate cósmico, y así creció un pequeño grupo de estudio que se convirtió en un gran círculo de apoyo y risas en épocas de finales.
FIN.