El medallón de la casa feliz
Había una vez en un pequeño pueblo rodeado de montañas, una casa abandonada que todos decían que estaba embrujada.
La casa estaba cubierta de maleza y tenía las ventanas rotas, dándole un aspecto tenebroso que asustaba a todos los habitantes del pueblo. Un día, dos valientes niños llamados Sofía y Mateo decidieron investigar la misteriosa casa. Armados con linternas, entraron con cautela por la puerta principal entreabierta.
El interior estaba oscuro y polvoriento, pero los niños no se dejaron intimidar. "¡Vamos Mateo, tenemos que descubrir por qué esta casa está tan abandonada!" -dijo Sofía con determinación. "Sí, ¡vamos a resolver este misterio juntos!" -respondió Mateo con entusiasmo.
Mientras exploraban cada rincón de la casa, escucharon extraños ruidos y vieron sombras moverse por las paredes. Sin embargo, continuaron avanzando sin temor. Finalmente, llegaron a un antiguo salón donde encontraron un viejo libro empolvado sobre una mesa.
Al abrir el libro, descubrieron la historia de la casa: había pertenecido a una familia feliz hace muchos años, pero un hechicero malvado lanzó un conjuro sobre ella para hacerla desaparecer del mundo real. Los niños se miraron sorprendidos pero decididos a ayudar.
Decidieron buscar el objeto que rompería el hechizo y liberaría la casa de su encantamiento. Después de mucho buscar, encontraron un medallón mágico escondido en el ático de la casa.
Al sostenerlo en sus manos, sintieron una energía cálida y reconfortante recorrer sus cuerpos. De repente, la casa comenzó a iluminarse con una luz brillante y acogedora. Las grietas en las paredes se repararon solas y los muebles antiguos cobraron vida nuevamente.
Los fantasmas que habitaban la casa desaparecieron lentamente mientras todo volvía a su lugar original. "¡Lo logramos! ¡La casa ya no está embrujada!" -exclamó Sofía emocionada. "¡Sí! ¡Somos unos héroes!" -gritó Mateo saltando de alegría.
Los niños salieron corriendo hacia el pueblo para contarles a todos lo sucedido. Los habitantes no podían creerlo al principio, pero al ver la luz brillante emanando de la antigua casa abandonada supieron que era verdad.
Desde ese día en adelante, la antigua casa se convirtió en un lugar lleno de amor y felicidad. Se convirtió en un hogar para familias necesitadas y nunca más volvió a ser considerada como —"embrujada" .
Sofía y Mateo enseñaron al pueblo que incluso los lugares más oscuros pueden encontrar luz si hay bondad en los corazones dispuestos a descubrirla.
FIN.