El megáfono mágico de Tomás


Había una vez un pequeño bebé llamado Tomás que vivía en una casa rodeada de árboles y flores.

Él era muy feliz, pero había algo que lo preocupaba: no podía dormir por las noches debido a los ruidos fuertes que escuchaba afuera. Una noche, mientras Tomás estaba despierto llorando, un megáfono apareció en su ventana y comenzó a hablarle:- ¡Hola, Tomás! Soy el megáfono mágico.

¿Por qué estás tan triste? Tomás se sorprendió al ver al megáfono hablarle y le contó sobre los ruidos fuertes que lo mantenían despierto todas las noches. - No te preocupes, Tomás - dijo el megáfono -. Yo puedo ayudarte. Escucha atentamente.

El megáfono comenzó a cantar canciones suaves y tranquilas para ayudar a Tomás a relajarse. Y así fue como el pequeño bebé finalmente pudo dormir profundamente sin ser molestado por los ruidos de la noche. Pero la historia no termina ahí.

Un día, mientras jugaba en su jardín, Tomás encontró un pajarito herido. Inmediatamente corrió hacia la ventana donde había visto al megáfono mágico y gritó:- ¡Megáfono! ¡Megáfono! Necesito tu ayuda! El megáfono apareció rápidamente en la ventana y preguntó qué pasaba.

- Encontré un pajarito herido - explicó Tomás -. ¿Podrías ayudarme? - Claro que sí - respondió el megáfono -. Pero primero debemos llevarlo al veterinario.

El megáfono y Tomás llevaron al pajarito al veterinario, quien lo curó y le dio el alta. Desde ese día en adelante, Tomás se convirtió en un gran amigo del pajarito y juntos disfrutaban de largas tardes jugando en el jardín. Pero la historia aún tiene más giros.

Un día, mientras jugaba con su amigo el pajarito, Tomás notó que un árbol había caído cerca de su casa debido a una tormenta fuerte.

Inmediatamente corrió hacia la ventana donde estaba el megáfono mágico y gritó:- ¡Megáfono! ¡Megáfono! Necesitamos tu ayuda! El megáfono apareció rápidamente en la ventana y preguntó qué pasaba. - Un árbol cayó cerca de mi casa - explicó Tomás -. ¿Podrías ayudarnos? - Claro que sí - respondió el megáfono -. Pero primero debemos llamar a los bomberos.

El megáfono llamó a los bomberos y ellos llegaron rápidamente para cortar el árbol caído. Desde entonces, Tomás sabía que siempre podía contar con su amigo el megáfono mágico para ayudarlo cuando lo necesitara.

Y así fue como aprendió que no importa cuán pequeño seas, siempre puedes hacer una gran diferencia si tienes amigos leales y confiables a tu lado.

Dirección del Cuentito copiada!