El mensaje de amor de los padres gatos
Había una vez en una acogedora casa, una familia de gatitos formada por tres hermanitos: Mía, Tomy y Lila, y sus papás gatos, Don Gato y Doña Gatita. Todo era pura alegría y diversión, pero un día algo inesperado sucedió: Don Gato y Doña Gatita decidieron que ya no querían vivir juntos como pareja.
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Doña Gatita suspiró y miró a Don Gato con tristeza, 'Nuestros hijos se merecen saber la verdad, Don Gato. No podemos mentirles sobre lo que está pasando.'
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Don Gato asintió, 'Tienes razón, debemos ser sinceros con ellos. Pero también debemos mostrarles que, a pesar de nuestra separación, el amor y el respeto entre nosotros sigue existiendo.'
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Una tarde, reunieron a sus tres hijos en la sala. Mía, Tomy y Lila se sentaron frente a sus padres, un poco confundidos por la seriedad en sus rostros.
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'Queridos hijos', comenzó Don Gato con voz suave, 'mamá y yo queremos contarles algo importante. Como saben, las cosas entre nosotros han cambiado, pero queremos que sepan que nada de esto tiene que ver con ustedes. Siempre serán amados por ambos, sin importar lo que pase.'
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Doña Gatita tomó la pata de su esposo con cariño, 'Queremos que entiendan que la separación no cambia nuestro amor por ustedes. Aunque ya no vivamos juntos, siempre seremos su familia y trabajaremos juntos para cuidarlos y apoyarlos.'
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Los gatitos escuchaban atentamente, con ojos llenos de preguntas. Mía levantó la pata, '¿Pero por qué no pueden seguir siendo felices juntos?'
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Don Gato acarició la cabeza de Mía, 'A veces, dos personas que se quieren mucho descubren que es mejor estar separados. No significa que nos queramos menos a ustedes, es solo que necesitamos encontrar nuestra propia felicidad.'
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Doña Gatita continuó, 'Lo más importante es que ustedes sepan que tanto papá como mamá siempre estarán aquí para ustedes, para jugar, cuidarlos y amarlos. Y siempre nos respetaremos el uno al otro, sin mentirles sobre lo que sentimos.'
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Los gatitos se abrazaron a sus padres, comprendiendo que, aunque las cosas cambiaran, el amor y el respeto seguían presentes en su familia. A partir de ese día, aprendieron a aceptar la nueva situación con calma, sabiendo que el amor de sus padres por ellos no cambiaría nunca.
FIN.