El mensaje en la botella


Había una vez en un tranquilo bosque, un perro llamado Max que vivía feliz junto a su dueña, Oihane. Max era muy juguetón y siempre estaba lleno de energía.

Un día, mientras paseaban por el bosque, Max encontró una botella tirada en el suelo. - ¡Mira, Oihane! ¡Una botella! - dijo emocionado Max. Oihane se acercó y recogió la botella del suelo. Al verla más de cerca, notaron que dentro había algo escrito en un papelito enrollado.

Curiosos, lo desenrollaron y leyeron:"Queridos amigos aventureros, Dentro de esta botella encontrarán una gran sorpresa. Sigan las instrucciones para llegar a ella: 1) Caminen hacia el río. 2) Giren a la derecha al llegar al roble gigante.

3) Sigan recto hasta encontrar la cueva escondida. 4) Ahí les espera la sorpresa. "Max y Oihane se miraron emocionados por esta misteriosa aventura. Decidieron seguir las instrucciones al pie de la letra.

Caminaron hacia el río y cuando llegaron vieron un hermoso paisaje con árboles altos y flores coloridas. Siguiendo las indicaciones, giraron a la derecha al llegar al roble gigante y continuaron caminando sin perderse. Después de caminar un buen rato, finalmente encontraron la cueva escondida.

Estaba oscuro adentro pero no tenían miedo porque sabían que estaban juntos en esta aventura. De repente, una serpiente apareció en la entrada de la cueva.

Max y Oihane se asustaron un poco, pero la serpiente les habló con una voz suave y amigable. - No tengan miedo, amigos. Soy Serafina, la serpiente sabia del bosque - dijo Serafina -. Los he estado esperando. Max y Oihane se miraron sorprendidos.

¿Cómo sabía Serafina que ellos vendrían? - Dentro de esta cueva encontrarán algo muy especial, pero primero deben pasar una prueba - continuó Serafina. Los ojos de Max y Oihane brillaban de emoción ante el desafío que tenían por delante.

- La prueba es simple - explicó Serafina -. Deben trabajar juntos para resolver un acertijo. Si lo logran, encontrarán la sorpresa al final del camino. Max y Oihane asintieron decididos a superar el desafío.

Se concentraron y escucharon atentamente las pistas que Serafina les dio:"Soy alto como un árbol pero no tengo hojas, tengo ramas sin fin donde los pájaros posan sus patas. ¿Quién soy?"Max pensó rápidamente y exclamó:- ¡Es un poste telefónico! Serafina sonrió satisfecha. - Correcto, Max.

Han pasado la primera prueba. Ahora sigan adelante hasta el final de la cueva. Max y Oihane avanzaron emocionados hasta llegar al final de la cueva, donde encontraron una hermosa cascada rodeada de flores multicolores.

En medio de esa belleza natural estaba una caja dorada con una tarjeta que decía: "La verdadera sorpresa es haber trabajado juntos y haber demostrado su inteligencia. ¡Felicidades!"Max y Oihane se abrazaron contentos por el logro alcanzado.

Aprendieron que, a pesar de ser diferentes, cada uno tenía habilidades únicas que, cuando se combinaban, podían superar cualquier desafío. Desde ese día, Max, Oihane y Serafina se convirtieron en grandes amigos y continuaron explorando el bosque juntos.

Cada aventura les enseñaba algo nuevo sobre la importancia de la amistad y el trabajo en equipo. Y así, con sonrisas en sus rostros y corazones llenos de alegría, siguieron viviendo felices en aquel mágico bosque donde siempre había nuevas sorpresas esperándolos.

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