El mensaje mágico de Renato



Había una vez en el bosque un zorro travieso y astuto llamado Renato. Renato era conocido por ser muy listo y siempre encontrar la manera de conseguir lo que quería.

Un día, mientras paseaba por el bosque, vio a una hermosa paloma llamada Palomita volando con un mensaje atado a su patita. Renato, al ver esto, pensó rápidamente en cómo podría obtener ese mensaje para descubrir qué decía.

Con su mirada penetrante y su cola esponjosa moviéndose de emoción, se acercó sigilosamente a Palomita y con mucha astucia logró engañarla para que se acercara. "Hola, Palomita. ¿Qué llevas ahí en tu patita? Parece algo importante", dijo Renato con voz suave pero llena de malicia.

Palomita, confiada y bondadosa como era, le contó emocionada sobre el mensaje que llevaba y cómo debía entregárselo a la liebre del otro lado del bosque.

Sin embargo, antes de que pudiera terminar su relato, Renato rápidamente saltó sobre ella y ¡zaz! Se la comió de un bocado.

Al principio parecía que Renato había ganado esta vez, pero lo que no sabía era que el mensaje tenía un poder especial: solo podía ser leído por aquellos con un corazón puro y noble. Al tragarse a Palomita sin esperarlo, el mensaje comenzó a brillar dentro del estómago de Renato. El zorro empezó a sentirse extraño. Su barriga hacía ruidos extraños y una luz brillante empezaba a salir por sus orejas.

Asustado e intrigado al mismo tiempo, corrió hacia un charco cercano para ver qué estaba pasando. Al verse reflejado en el agua con esa luz brillante saliendo de él, Renato sintió miedo pero también curiosidad.

Lentamente entendió que había algo más importante que obtener mensajes o trucos sucios: la pureza del corazón. Entonces decidió hacer algo valiente: fue directo hacia donde estaba la liebre para contarle lo ocurrido y disculparse por su acción impulsiva.

La liebre escuchó atentamente la historia de Renato y después de pensarlo unos segundos le dijo:"Renato, has cometido un error grave al comer a Palomita pero veo en tus ojos arrepentimiento sincero.

Te daré otra oportunidad si prometes usar tu astucia para ayudar a los demás en lugar de dañarlos". Renato aceptó con humildad la propuesta de la liebre y juntos trabajaron para llevar mensajes importantes por todo el bosque ayudando a los animales necesitados.

Desde ese día en adelante, Renato aprendió una gran lección: nunca subestimar el poder de tener un corazón puro y noble por encima de cualquier travesura o ambición personal.

Y así vivieron felices todos los habitantes del bosque gracias al cambio positivo provocado por las acciones redentoras del zorro astuto llamado Renato.

FIN.

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