El Mensaje Secreto de la Amistad



Era un caluroso día de diciembre en la ciudad de La Plata, y un grupo de amigos muy entrañables se encontraba reunido en el parque que siempre visitaban después de la escuela. Entre risas y juegos, Xavier Warner, un chico de pelo rizado y grandes ojos curiosos, comenzó a hablar sobre un mensaje que había recibido en su computadora.

-Xavier, ¿de qué hablás? ¿De qué mensaje secreto? -preguntó Sofía, con su típico tono travieso, mientras daba vueltas con su patineta.

-¡Sí, Sofi! -dijo Xavier, emocionado-. Recibí un mensaje anónimo que decía: "Ya sabía que eras vos que terminarías diciendo amor". No entiendo nada, pero me intriga.

Los amigos se miraron entre sí con sorpresa y curiosidad. ¿Acaso Xavier tenía un admirador secreto?

-El mensaje suena misterioso, pero no te preocupes, yo puedo ayudarte a descubrir quién es -dijo Lucas, con el aire de detective, mientras ajustaba su gorra hacia atrás.

-Yo también quiero ayudar -agregó Valentina, una chica valiente que nunca se echaba atrás en una aventura-. ¡Vamos a resolver este misterio!

Y así, se formó una improvisada banda de detectives en el parque. Comenzaron a formular hipótesis mientras hacían un brainstorming en torno a un banco de madera.

-Quizás se trate de alguien del colegio -sugirió Sofía-. Tal vez, alguien a quien le gustás.

-Puede ser, pero tampoco creo que sea tan fácil... ¿y si lo que busca es que tengamos una conversación sobre la importancia de la amistad? -replicó Valentina, pensando en voz alta.

Nada los emocionaba más que la idea de resolver un enigma. Así que se pusieron a investigar. Con lápiz y papel, anotaron todas las posibles pistas que podrían llevarlos a su respuesta.

Ese mismo día, decidieron escribir un nuevo mensaje que aclarara las cosas.

-Xavier, ¿cómo empezarías el mensaje? -preguntó Lucas, con una mano en la barbilla, como un verdadero detective.

-¡Ya sé! -exclamó Sofía- Podríamos empezar con: "Querido Anónimo, tenemos una gran curiosidad y queremos saber..."

Todos estuvieron de acuerdo y juntos redactaron un documento que luego enviaron al misterioso mensaje. Con el corazón palpitante de emoción, decidieron esperar la respuesta.

Al día siguiente, en el parque, todos estaban ansiosos. Cuando Xavier revisó su computadora, se encontró con una respuesta.

-¡Chicos, llegó! -gritó, mientras todos se acercaban para ver el mensaje.- Ahora dice: "La amistad es lo más valioso de la vida. Y el amor que les tengo es para todos ustedes, mis verdaderos amigos". -Xavier los miraba con una mezcla de asombro y alegría.

-¿Entonces era un mensaje sobre la amistad? -preguntó Valentina, con los ojos brillantes. -Eso fue muy lindo.

-¡Claro! -dijo Lucas-. La persona que escribió eso quería recordarles lo maravillosa que es nuestra amistad, y que el verdadero amor está en las conexiones que hacemos con los demás.

Xavier sonrió y, de repente, su rostro se iluminó. -Así que, en lugar de preocuparnos por quien escribió el mensaje, deberíamos celebrar nuestra propia amistad.

Y así fue como decidieron tener una reunión especial para reafirmar los lazos que los unían.

-¿Sabés qué? Lo que realmente importa es que estamos juntos, siempre apoyándonos -dijo Sofía, mientras brindaban con jugo de naranja en el parque.

-¡Sí! -gritó Lucas. -Nuestra amistad es lo mejor que tenemos, y no necesitamos mensajes secretos para recordarlo.

A partir de ese día, el grupo de amigos continuó siendo inseparable. No tenían necesidad de buscar más misterios, porque el mayor tesoro era el amor y el apoyo incondicional que se brindaban entre ellos. Cada reunión era una celebración de su amistad.

La historia de Xavier y sus amigos se convirtió en una leyenda en la escuela, recordándoles a todos que la amistad y el amor son los mejores regalos que uno puede tener.

Y así, aprendieron que desentrañar misterios puede ser divertido, pero lo que realmente importa es saber valorar a quienes nos rodean, siempre.

FIN.

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