El mensaje secreto del Conejo de Pascua

Había una vez en un hermoso pueblo llamado Alegría, donde vivían muchos niños felices y juguetones.

En ese lugar, la tradición de celebrar la Pascua era muy especial, ya que el Conejo de Pascua siempre visitaba a los pequeños dejando huevos de colores escondidos por todos lados. Un año, algo extraordinario sucedió en Alegría.

El Conejo de Pascua se despertó temprano el domingo de Pascua y al asomarse por la ventana vio algo maravilloso: ¡Dios había resucitado! El conejito estaba tan emocionado y agradecido que decidió hacer algo diferente este año.

Con una gran sonrisa en su carita peluda, el Conejo de Pascua saltó velozmente por todo el pueblo dejando un huevo decorado frente a cada puerta de las casas de los niños. Los más curiosos salieron corriendo al escuchar ruiditos afuera y se encontraron con la sorpresa.

"¡Mira mamá, mira papá! ¡El Conejo nos dejó huevitos!" gritaban emocionados los chicos mientras recogían los coloridos huevos del suelo. La noticia se regó rápidamente por todo Alegría y pronto todos los niños estaban buscando sus huevitos escondidos. Fue una mañana llena de risas, alegría y mucha diversión para todos. Pero lo más increíble estaba por venir.

Al abrir los huevos, dentro no solo había golosinas como chocolate o caramelos, sino también mensajes especiales escritos por el propio Conejo de Pascua:"Queridos niños y niñas de Alegría, Hoy es un día muy especial porque Dios ha resucitado.

Que este regalo les recuerde siempre que la vida está llenade sorpresas maravillosas y que nunca pierdan la feen la magia que nos rodea.

Con amor, El Conejo de Pascua"Los pequeños quedaron maravillados al leer los mensajes y sintieron en sus corazones una calidez especial. Comprendieron que aquel gesto del Conejo iba más allá de simplemente repartir dulces; era un mensaje lleno de esperanza, amor y gratitud hacia lo divino.

Desde ese día, en Alegría cada año se celebra la Resurrección con aún más entusiasmo y bondad. Los niños aprendieron que las verdaderas bendiciones vienen cuando compartimos amor, generosidad y alegría con quienes nos rodean.

Y así, gracias a la nobleza del Conejo de Pascua inspirada por el milagro divino, aquel pueblo vivió siempre lleno de luz y felicidad para toda su gente pequeña.