El Mercado Encantado de Tomás y Martina



Había una vez en el barrio de Villa Feliz, un supermercado mágico llamado "El Rinconcito de los Sueños". En este lugar, todo lo que imaginabas podías encontrar: desde frutas y verduras hasta juguetes y golosinas.

En ese supermercado vivían dos amigos muy especiales: Tomás, un niño curioso en silla de ruedas, y Martina, una niña con lentes grandes que siempre llevaba consigo su libreta de dibujo.

Juntos recorrían cada pasillo descubriendo las maravillas que se escondían en las estanterías.

Un día, mientras paseaban por la sección de frutas y verduras, vieron a Doña Rosa, la encargada del supermercado, quien les dijo con una sonrisa cálida: "¡Bienvenidos al rinconcito de los sueños! ¿En qué puedo ayudarlos hoy?""Hola Doña Rosa", saludaron Tomás y Martina emocionados. "¿Qué podemos comprar hoy?""Bueno chicos, aquí tenemos manzanas rojas como corazones llenos de amor", dijo Doña Rosa señalando las frutas brillantes.

"Y zanahorias naranjas como el sol que ilumina nuestros días. "Los niños asintieron entusiasmados y comenzaron a llenar su carrito con todas las frutas y verduras coloridas que veían. Luego se dirigieron a la sección de juguetes donde encontraron pelotas saltarinas y muñecas sonrientes.

"¡Miren estas pelotas!", exclamó Martina emocionada. "Son como globos listos para volar alto. "Tomás eligió una pelota azul brillante mientras Martina tomaba una muñeca con vestido amarillo.

Juntos continuaron explorando cada rincón del supermercado, encontrando tesoros ocultos en cada estantería. Al llegar a la sección de golosinas, vieron caramelos multicolores que parecían arcoíris dulces y chocolatinas envueltas en papel brillante como estrellas fugaces.

"Esto es tan divertido", dijo Tomás con alegría mientras seleccionaba algunas golosinas para compartir con sus amigos. Finalmente, cuando ya tenían todo lo que necesitaban en su carrito, fueron a la caja para pagar sus compras.

Doña Rosa les dio una bolsa repleta de sorpresas y les deseó un día lleno de magia y diversión. Al salir del supermercado, Tomás y Martina se miraron felices sabiendo que habían vivido una aventura inolvidable en "El Rinconcito de los Sueños".

Con sus corazones rebosantes de alegría y sus manos llenas de tesoros coloridos, regresaron a casa listos para seguir soñando juntos. Y así termina esta historia llena de magia e imaginación donde dos amigos descubren la belleza oculta en un simple supermercado gracias a su amistad inquebrantable.

¡Que nunca falte la ilusión ni la creatividad en cada recorrido por los pasillos del mundo real o imaginario!

FIN.

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