El miedo es solo una ilusión



Había una vez en un pequeño pueblo rodeado de montañas, una carretera oscura y misteriosa que nadie se atrevía a recorrer de noche.

Se decía que en esa carretera habitaba un fantasma que asustaba a cualquiera que se aventurara por allí. Pero un valiente niño llamado Juanito decidió desafiar el miedo y descubrir qué había realmente en esa carretera.

Una tarde, mientras jugaba con sus amigos en la plaza del pueblo, Juanito escuchó susurros entre ellos sobre la carretera oscura. Todos tenían miedo de acercarse, pero él sintió curiosidad y decidió investigar por su cuenta.

Cuando llegó la noche, esperó a que todos estuvieran dormidos y se escapó sigilosamente de su casa con una linterna en mano. El camino hacia la carretera era largo y lleno de sombras espeluznantes, pero Juanito no se dejaba intimidar. Al llegar al inicio de la carretera oscura, encendió su linterna y comenzó a caminar con determinación.

Pronto empezó a escuchar ruidos extraños y a ver sombras moverse a su alrededor, pero siguió adelante sin titubear. De repente, una figura fantasmal apareció frente a él, emanando un brillo tenebroso que helaba la sangre.

Juanito sintió miedo por primera vez en su travesía, pero recordó las palabras de su abuela: "Enfrenta tus miedos para descubrir tu valentía".

Con valentía, levantó su linterna hacia el fantasma y descubrió que no era más que una ilusión creada por las sombras de los árboles. "-¿Quién eres?", preguntó el niño temblando. "-Soy el guardián de esta carretera", respondió la figura con voz amable. "Muchos han intentado cruzarla sin respeto ni precaución, pero tú has demostrado valor y determinación".

Juanito comprendió entonces que el verdadero peligro no estaba en lo desconocido o en las historias del pueblo, sino en cómo enfrentamos nuestros propios temores.

Agradeció al guardián por la lección aprendida y emprendió el regreso a casa con una sonrisa en el rostro. Al día siguiente, Juanito contó su aventura a sus amigos y les enseñó que no hay nada más poderoso que enfrentar nuestros miedos para descubrir nuestra verdadera fortaleza interior.

Desde ese día, la carretera oscura dejó de ser un lugar temido para convertirse en un símbolo de coraje y superación para todos los habitantes del pueblo.

Y colorín colorado, este cuento ha terminado con una lección aprendida: nunca subestimes tu valentía ante lo desconocido porque siempre habrá luz dentro de ti para disipar cualquier sombra del camino.

FIN.

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