El miedo se convierte en valentía


Había una vez un niño llamado Alejandro, quien tenía 6 años y adoraba ver videos de terror.

Sin embargo, un día algo extraño sucedió: después de ver uno de esos videos, Alejandro empezó a tener mucho miedo cada vez que necesitaba ir al baño. El pobre Alejandro creía firmemente que en el inodoro se escondían fantasmas y criaturas aterradoras. Cada vez que intentaba acercarse al baño, su corazón comenzaba a latir rápidamente y sus piernas temblaban como gelatina.

Estaba tan asustado que no podía hacer nada más que contenerse durante horas. Sus padres estaban preocupados por la situación y decidieron hablar con él para ayudarlo a superar ese miedo irracional.

Su mamá lo llevó al espejo del baño y le dijo:"¡Alejandro, mira cómo eres valiente! Eres un niño fuerte y capaz de enfrentar cualquier cosa. "Alejandro miró su reflejo en el espejo y trató de convencerse de que era verdad.

Pero los pensamientos negativos seguían rondando su mente.

"Pero mamá, ¿y si realmente hay monstruos en el inodoro? ¡Me dan mucho miedo!"Su papá intervino entonces diciendo:"Hijo, escucha atentamente: aunque tu imaginación te haga pensar cosas malas, recuerda que también tienes una gran imaginación para crear cosas maravillosas. ¿Qué tal si usamos esa imaginación para convertirte en un superhéroe?"Los ojos de Alejandro se iluminaron con entusiasmo ante la idea de ser un superhéroe valiente.

Imaginó que tenía una capa roja y botas poderosas que le permitían volar por todo el mundo para ayudar a otros niños en situaciones difíciles. "¡Sí, papá! ¡Seré un superhéroe y enfrentaré mis miedos!"Con su nueva mentalidad de superhéroe, Alejandro decidió enfrentar su temor al inodoro.

Se paró frente al espejo del baño y se dijo a sí mismo:"Soy valiente, soy fuerte, soy un superhéroe. No hay nada en el inodoro que pueda hacerme daño.

"Luego, imaginó que saltaba dentro del inodoro como si fuera una piscina mágica. En su mente, los fantasmas se convertían en amigables duendes y las criaturas temibles eran solo juguetes divertidos. Después de unos minutos de jugar con su imaginación, Alejandro abrió la tapa del inodoro sin ningún temor.

Y para sorpresa suya, no había absolutamente nada allí más que agua limpia. Alejandro se sintió tan orgulloso de sí mismo por haber superado su miedo.

Corrió hacia sus padres y les contó emocionado cómo había derrotado a los monstruos del inodoro con la ayuda de su imaginación de superhéroe. Desde ese día, Alejandro ya no tuvo miedo de ir al baño.

Cada vez que sentía algún temor o preocupación, recordaba que él era un valiente superhéroe capaz de enfrentar cualquier cosa. Y así fue como Alejandro aprendió una lección importante: nuestros pensamientos pueden ser nuestros mayores aliados o nuestros peores enemigos.

Con la fuerza de la imaginación y la confianza en uno mismo, podemos superar cualquier miedo y convertirnos en héroes de nuestra propia historia. .

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