El misterio de Arroyo Corto y el tren mágico



Había una vez en Arroyo Corto, un pequeño pueblo rodeado de bosques misteriosos y lleno de leyendas. En este lugar vivía Lucía, una niña curiosa y aventurera.

Una tarde, Lucía decidió explorar el bosque a pesar de las advertencias de su mamá. Mientras jugaba, se adentró cada vez más en el espeso bosque, hasta que de repente se dio cuenta de que estaba perdida.

Asustada, comenzó a buscar el camino de regreso, pero entre tanta maleza y árboles era imposible encontrarlo. Después de un rato, vio una luz brillante en la distancia y decidió seguirla. Al acercarse, descubrió que la luz provenía de una hermosa estación de tren abandonada.

Sorprendida, se preguntó cómo podía existir una estación de tren en medio del bosque. Sin embargo, antes de que pudiera investigar más, escuchó un susurro que venía de una vía misteriosa. Siguiendo el susurro, encontró un tren mágico. La locomotora estaba decorada con brillantes colores y relucientes detalles.

Sin pensarlo dos veces, Lucía subió al tren y en ese instante, la locomotora cobró vida.

Asombrada, se encontró con criaturas mágicas que le hablaron sobre la misión del tren mágico: llevar a los niños perdidos de regreso a sus hogares en el mundo real. Emocionada y decidida a encontrar su camino de vuelta, Lucía se unió a las criaturas mágicas para emprender un viaje por distintos mundos mágicos.

Durante su travesía, enfrentaron desafíos y resolvieron enigmas que fortalecieron su valentía, creatividad y colaboración. Finalmente, después de vivir inolvidables aventuras, el tren mágico condujo a Lucía de regreso a Arroyo Corto, donde la esperaba su mamá con los brazos abiertos.

Desde ese día, Lucía supo que la magia puede encontrarse en los momentos más inesperados, y que la valentía y la resiliencia son poderes que todos llevamos dentro.

FIN.

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